1. Mi Obseción por las Selfies


    Fecha: 21/10/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    ... lo estaba clavando. , eso sí que solo fueron unos cinco o seis puntazos que al acelerar sus movimientos se salió frotándolo una cantidad similar de veces entre mis glúteos para luego bajarse nuevamente. Sabiendo ahora que sí atinaría, me quedé esperando el tercer intento y repetí lo de recibirlo con la espalda en horizontal y luego inclinarme para adelante, levantando ahora lo más que pude mi trasero al momento que sentí entrar la primera estocada. , lo que le ayudó a profundizar su penetración haciéndome sentir algo un poco más grueso cruzar el umbral de la entrada a mi sexo y algo puntiagudo picotear en mi cuello del útero. , todo ello a un mismo ritmo que iba incrementando su frecuencia y potencia a medida que percibía su aparato cada vez más grande y caliente. , mi primera vez estaba siendo con un perro y lo sentía fenomenal, el orgasmo en curso que aún no se apagaba duplicó su clímax y me oriné al sentir su caliente miembro hinchado al máximo mientras inyectaba su hirviente semen al interior de mi complacido útero. , UUuuuufffff. , ya no daba más de placer. Mi vida sexual se resumía en esos pocos segundos en que había llegado a la gloria. Mi ahora "querido perro" (al que nunca antes lo había tomado mucho en cuenta) me tenía agarrada con fuerza por la cintura y me tenía clavado su preciado aparato muy en lo profundo de mis entrañas. , ya no sacudía sus caderas solo manteniéndomelo bien adentro, permitiéndome percibir como latía con cada chorro de semen que lanzaba. Ya ...
    ... estaba totalmente extasiada en el minuto y medio o dos que llevábamos de coito. , disfrutando a cabalidad de su palpitante aparato, cuando de improviso se bajó para un costado haciéndome sentir de inmediato que su pene se había trabado en mí, pues esa parte más gruesa estaba tan hinchada que ahora no salía y estiraba el contorno de mi vagina para afuera. , haciéndome sentir que me destriparía por ahí al momento que paso su pata trasera sobre mis nalgas y terminó de voltearse. En el mismo espejo que me estaba fotografiando vi como se deformaba mi vulva en cada tirón que daba mi perro con esa tremenda bola asomándose desde adentro estirando mis labios interiores a su máxima capacidad. , a lo que atemorizada reaccionaba apretando lo más que podía mi esfínter hasta que atiné a agarrarlo por la cola, para lajándolo con fuerza evitar que siguiera estirando mi sexo, con lo que pude seguir disfrutando de su interminable eyaculada que luego se estuvo desbordando filtrándose por la unión de nuestros sexos y escurriendo por las paredes interiores de mis muslos. No daba más de placer y tuve que gozar por unos siete u ocho minutos más de su caliente aparato, que apenas terminó de eyacular se empezó a deshinchar lentamente y en un descuido que solté su cola de un solo tirón me lo sacó, produciéndome una extraña sensación al expandir de tal modo mi inexperta vulva e impresionándome excesivamente al verle colgando entre sus patas traseras ese tremendo y deformado pene. , ese cototo que no lo ...
«1234...14»