Infiel con un primo mío
Fecha: 04/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
Luego de hacerlo en Mollendo con el primo de mi esposo, mientras él dormía borracho, no podía sacar de mis fantasías dos cosas, hacerlo cerca de mi esposo y hacerlo con alguien de su familia o la mía. Al volver a Lima busqué a mis dos amigos y me encontré algunas veces con uno y otras con el otro, pero nada podía sacar de mi mente ambos deseos, el de coger con el riesgo de tener a mi esposo cerca y el de coger con un familiar.
Como a las 3 semanas de nuestra vuelta a Lima quedé en tomar un café con mi prima Victoria. Ella es un año menor que yo, crecimos en el mismo barrio y fuimos al mismo colegio, más que una prima es mi mejor amiga y mi confidente. Es casada también. Conoce todas mis aventuras y conozco su muy larga relación con un hombre casado, con el que ya tiene 8 años, al que incluso me presentó. Ella me molesta de calzón flojo y yo la cargo diciéndole bígama pues en la práctica tiene 2 esposos y, además, cela a ambos en interminables crisis que me causan más risa que otra cosa.
Nos encontramos y ni bien abrí la boca le conté mi experiencia con el primo de mi esposo. Ella empezó a reírse y reírse y me dijo “Pobre Rolando, si se entera se muere” y seguía riéndose. Yo no entendía nada y le pregunte
-A que Rolando te refieres
-A nuestro primo pues tarada, jajaja
-Que hablas, que tiene que ver Rolando con esto
-¿Qué no sabes? No seas tonta, no te hagas.
-¿no sé qué?
-Que Rolando está enamorado de ti pues cojuda.
Me quede muda un instante y ...
... pensando. Rolando tiene un año más que yo, primo de ambas y también del mismo barrio, siempre fue nuestro compinche. Se casó algunos meses después que yo y jamás encontré en mi mente ni la más mínima insinuación para ser algo más que primos.
-¿Por qué dices eso?
-Todos los primos sabíamos que él se moría por ti.
-Nunca me dijo nada, ni siquiera insinuó nada
-Pues decía que “siendo primos, era un imposible”.
Rolando de niño y joven era algo rollizo, no gordo, pero sí lo que nuestras mamás decían “fuertecito”. Con los años no subió ni un kilo y pasó de ser un joven “fuertecito” a un maduro fuerte. Pesar 75 kilos no es lo mismo a los 15 que a los 40. No se veía nada gordo, tampoco un fitness o un culturista, pero estaba bastante bien, lo había visto más de una vez y le había dicho “primo que guapo estás”. Y me reía de cómo se sonrojaba. Jamás imaginé que él tuviera alguna intención conmigo.
Le pedí a Victoria más explicaciones y me soltó un largo rollo. Del pasado y del presente y concluyó preguntándome ¿Conoces a su esposa? Claro que la conozco le respondí. Fui a la boda y desde entonces, ya muchos años después, no encontramos siempre en las reuniones familiares.
-¿A quién se parece?
-Ni idea
-Jaja, que no te das cuenta que se parece mucho a ti
-No, en serio que no le respondí.
Me quedé pensando y seguimos charlando un poco de Rolando un poco de mi reciente aventura un poco de sus celos con su amante casado. Nos despedimos y al volver a casa entre al ...