1. Por despecho con la vaquerita de gran pecho


    Fecha: 04/06/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Alien_system, Fuente: CuentoRelatos

    ... ropa interior cubriéndose instintivamente en una señal de pudor, la hice sentir deseada con besos por su vientre y piernas, hasta llegar a su entrepierna la colme de besos sobre su tanga, sus cadera y sus nalgas. Me puso a millón el saborear sus pubis depilado haciendo a un lado su tanga, sutilmente ella me levanto para besarnos apasionadamente y ella misma se encargó de quitarme la ropa para estar en igual condición, así desnudos los dos en la sala del departamento nos abrazamos de pie acariciando nuestras pieles.
    
    Con mi verga erecta la frotaba sobre su tanga al estar casi de la misma altura, tratando de avanzar lo más que podía. La abrace y abrace mientras caminábamos asi entrelazados hasta la mesa del comedor, donde la recargue sentándose al borde de la mesa, abierta de piernas y yo entre ellas frotando mi verga en su panocha prácticamente sobre su tanga, bese sus tetas y baje hasta encontrarme con su panocha para hacerle a un lado la tela de su tanga y le aplique una rica mamada de panocha el cual estaba coronado de una motita de pelos, lucía y sabia delicioso ese manjar, metia mi lengua entre sus labios y succionaba su clítoris. Entre gemidos ella pidió que ya no la torturara más, así que me levante me puse rápidamente un preservativo colocándome frente a ella y la besé frenéticamente con el sabor de su panocha en mi boca, mi falo se introducía en su excitante puchita, sentir esa sensación fue lo máximo había logrado poseer a mi vaquerita bella, ambos exhalamos de ...
    ... satisfacción al sentir lo apretadita que estaba la pucha de mi vaquerita.
    
    Mientras la penetraba lo más rico posible para ella, la jalaba hacia mi de sus nalgas, como si la cargara pero ella estaba sobre la mesa. Se recostó sobre la mesa mientras la penetraba yo parado y ella abierta de piernas a mi lado, de lado, al hombro. Hasta ponerla recargada boca abajo en la mesa y yo darle desde atrás chocando mi pelvis con sus nalgas que aunque no eran muy grandes era cachondo tenerla empinada ella gimiendo y yo tomándola de sus hombros y hasta de su cabello para jalarla hacia mi como si se tratara de una potranca, mientras yo le decía lo rico que ella estaba, ella al escuchar mis palabras casi gritaba mientras la mesa sufría los golpeteos de mi empuje para meter lo más profundo la cabeza de mi verga, para que ella sintiera mi glande hinchado y ardiendo en el interior de su panocha. Sus movimientos y gemidos nunca los imagine tenerlos para mi, me daba cierta sorpresa mi flaca tetona vaquera.
    
    Antes de venirme quería disfrutar de su bello cuerpo y principalmente de mi fetiche que me atraía de ella, sus tetas desnudas ante mi. Así que la conduje a la cama donde me senté en la orilla de la cama y ella se sentó dándome la espalda y ella tallaba mi verga con su pucha mientras yo la veía como mi falo desaparecía dentro de su cuerpo sujetándola de sus caderas. Lo que más me volvió loco fue cuando le tocó montar mi falo parado apuntando al techo de la recamara, ella misma se fue sentando ...
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