Isabel, te follaba una y otra vez 2/9
Fecha: 05/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: gungnir, Fuente: RelatosEróticos
... tanga y se lo bajó. El tanga hizo resistencia a ser bajado, toda esa humedad absorbida mantenía unidas la prenda con la fuente de dicha humedad. Una vez se hubo despegado, la humedad absorbida por la prenda hizo que esta cayese a plomo contra el suelo debido al peso que ésta añadía a la tela. Al fin Carlos iba a ser capaz de ver a Isabel totalmente desnuda, Isabel enderezó la espalda hasta quedar de pie y recta de nuevo. Apenas pudo Carlos echar un vistazo cuando ella le quitó las gafas de la cara, ahora no veía a un palmo de distancia. Un borrón de muy buen ver entró en la ducha, el borrón con forma de mujer tenía un culo borroso que incitaba a agarrarlo y amasarlo. Carlos se quitó los calcetines, que tenía olvidados en sus pies, y entró a la ducha siguiendo a la rubia borrosa.
El agua comenzó a caer y ambos se comenzaron a frotar a sí mismos. Carlos se dedicó a limpiarse su propia corrida de encima, o se limpia con jabón, o aquello queda hecho una costra. Isabel se enjabonó todo el cuerpo. No sabía si es que ella es más lenta en la ducha, o si lo hacía apropósito, pero para cuando él estaba ya limpio ella aún seguía enjabonándose el cuerpo; aún tenía partes sin enjabonar. Tal vez lo incitase a ayudarla, tal vez no. Como fuese, cogió el bote de gel, se echó en la mano y comenzó a enjabonarla.
-Eh, esas manos.
-Es para ayudarte, así acabamos antes y no gastamos tanta agua -las manos de él en su culo.
Él no había hecho ningún esfuerzo por enjabonarla, simplemente ...
... había llevado sus manos hacia ese culo que le volvía loco y había comenzado a sobárselo sin importarse que todo el gel que tenía en las manos iba resbalando siendo arrastrado por el agua. La polla ya había empezado a despertar de nuevo, notaba cómo crecía y comenzaba a mirar al cielo con cada palpitación.
-Y me estás enjabonando el cuello también, ¿o qué? Mmm.
Carlos había comenzado a besarle el cuello.
-Para el cuello lo mejor es la saliva, que es antiséptica -sacó la lengua y le lamió el cuello.
Isabel se vio atraída hacía Carlos al tirar este de ella, al tirar éste de su culo. Notó algo caliente contra su ombligo, algo que la quemada, le abrasaba el bajo vientre. Llevó su mano allí y agarró el origen de ese calor y comenzó a masturbarlo. Sus bocas volvieron a unirse, se besaban con lentitud y suavidad. Eran besos largos, que no tenían prisa alguna por acabar y, que cuando acababan, se tomaban un momento para tomar aire y volvían a acercarse lentamente para volver a besarse con todo el tiempo del mundo por delante.
Carlos estaba encantado con agarrar y estrujar el culo de ella, pero ya le parecía que era el momento de continuar con algo más así que ordenó a sus manos que fuesen cerrándose para que sus dedos alcanzasen la vagina que se escondía bajo las nalgas y entre los muslos. Isabel fue abriendo las piernas para facilitar el paso a la mano que se acercaba a su rajita, notó la mano descender e introducirse entre las nalgas y descender por entre ellas. Notó ...