1. Mi aventura en Punta del Este


    Fecha: 05/06/2024, Categorías: Infidelidad Autor: ericaCL, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi vagina donde inmediatamente entró, fuerte, cortante y hasta el fondo. Dejé escapar un fuerte gemido pero no fue audible por el ruido del agua. Las olas golpeaban al compás de sus movimientos. Su pene se movía dentro de mí, acercándome a un orgasmo, que en un minuto capturó todo mi cuerpo, mis piernas me sostuvieron en esta posición y mi cuerpo se contrajo envuelto en el calor de placenteras sacudidas. Gemí, apretando los dientes, por el placer recibido. Después de que regresé a mi estado anterior, él continuó moviéndose dentro de mí sosteniendo mis caderas. Acariciaba de vez en cuando mis pechos que se balanceaban por sus movimientos. Las olas se volvieron ruidosas. Quizás se avecinaba una tormenta ya que se volvió muy oscuro. Hizo algunos movimientos más, luego sentí que su pene se contraía. «Termina» -pensé. Después de hacer un par de empujes más, se apretó contra mí, entrando hasta el final, se detuvo, no lo escuché gemir ni gritar, solo sentí que acariciaba mi vagina desde el interior. Percibí la liberación de su esperma. Después de estar así por un rato, se retiró. Se puso los pantalones, me abrazó y dijo:
    
    “Ahora podemos volver.”
    
    Cuando volvimos a la playa donde nos habíamos reunido al principio, casi no había gente, excepto una o dos parejas. Salimos a la vereda y nos dirigimos al hotel. Recién cuando estuve en mi cama recuperé mis sentidos, dándome cuenta de lo que había hecho. Toda la noche, me desperté y me volví a dormir regañándome por eso. Por la mañana ...
    ... salí a caminar tratando de evitar encontrarme con él. Después de almorzar, cuando yo pasaba por el lobby del hotel me llamó discretamente aparte y me dijo:
    
    “Quiero conversar contigo. Estoy en la habitación 306. ¿Puedes venir?”
    
    “¿Qué es lo que quieres?” pregunté.
    
    “Solo quiero charlar contigo.”
    
    No respondí. Me sentía desorientada. Nunca había sido infiel. No sabía como manejar la situación. Me dirigí a mi habitación, entré, me acosté unos minutos. Mi mente era una mescolanza de ideas. Me levanté, me arreglé y me dirigí a la pieza que me dio Manuel. Habiéndome calmado, llamé a su puerta. Abrió y me dijo:
    
    “Entra, por favor.” Me encogí de hombros y entré.
    
    Tan pronto como cerró la puerta, me abrazó, pero lo empujé.
    
    “¿Quién más está contigo en esta habitación?” pregunté.
    
    “Nadie, conozco al conserje. Venimos seguido con excursiones. Me cedió esta habitación por la mitad del precio.”
    
    “Ok ok. Entiendo. ¡Paremos con esto! Hubo un error que deberíamos olvidarlo. Esto está mal. Soy 20 años mayor que tú, casada y con hijos” le dije.
    
    “Nadie se enterará nunca. No puedes irte, me gustas y mucho.” -dijo y me abrazó.
    
    Y todo comenzó como la noche anterior, me acarició, yo a él , me acarició mis lugares íntimos, no pude resistirme y nos derrumbamos en la cama y lo hicimos de nuevo.
    
    Cuando salí de su habitación tomé precauciones para que nadie me viera. Al día siguiente, él vivió su vida, yo la mía, y cuando oscureció, nos encontramos en la misma playa donde nos ...