1. Infierno o paraíso


    Fecha: 09/06/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... accedimos.
    
    Eran bien parecidos, muy morenos, con unos enormes ojos oscuros y muy amables y a pesar de ser otomanos se expresaban en un perfecto inglés.
    
    Disfrutamos de su compañía, nos hablaron de la ciudad, su historia, los lugares de interés, comimos, charlamos, bebimos y reímos mucho.
    
    Cuando terminamos se ofrecieron a acompañarnos en su coche a nuestro hotel. A pesar de que casi no los conocíamos, nos inspiraron confianza y estuvimos de acuerdo.
    
    Se sentaron uno delante y el otro en el asiento de atrás y durante el trayecto, vi por el retrovisor como él que estaba sentado atrás, empezó disimuladamente a manosear a mi amiga, quién parecía muy complacida.
    
    Podía ver cómo el hombre pasaba una de sus manos por sus piernas, acariciándolas suavemente y como poco a poco se deslizaba por debajo de su falda.
    
    Todo a un ritmo muy lento que parecía complacer mucho a mi amiga e intuí que habría llegado a tocar algún punto sensible porque noté como ella se mordía el labio inferior y emitía un leve gemido casi como un susurro pero intuí que había sentido un orgasmo contenido.
    
    Contemplar aquellos tocamientos furtivos y la excitación de mi amiga, resultó muy estimulante para mí y sentí una abundante humedad, aunque traté de disimular mi calentura.
    
    Mientras el otro hombre, era totalmente ajeno a lo que estaba ocurriendo en el asiento trasero del auto ya que estaba totalmente absorto por el denso tráfico.
    
    De repente nos vimos atrapados en un enorme atasco y pensamos ...
    ... que probablemente habría habido algún accidente, sin embargo pronto comprobaríamos que no era así porque en realidad se trataba de un control policial.
    
    Hicieron señales para que detuviéramos el automóvil. Nos pidieron la documentación y nos hicieron bajar del coche, empezando a registrarlo.
    
    Nuestra sorpresa fue cuando uno de los agentes, acompañado de un perro adiestrado, sacó una bolsita transparente y se la mostró a uno de sus compañeros.
    
    Nosotras no comprendíamos nada pero la cara de nuestros nuevos amigos era un poema e intuimos que la situación era muy seria.
    
    Nosotras estábamos aterradas pues éramos extranjeras en un país totalmente desconocido e ignorábamos que podía pasar.
    
    Inmovilizaron el vehículo y nos llevaron a una comisaría, donde nos explicaron nuestros derechos y los cargos.
    
    Nos permitieron una llamada que aprovechamos para contactar con nuestro consulado y explicarles la situación y nos ofrecieron un abogado de oficio.
    
    Pasamos la noche ahí, en calidad de detenidas y al día siguiente vino el abogado y nos explicó que nos enfrentábamos a un juicio rápido por un delito relacionado con drogas.
    
    Aquel incidente nos había hundido sin embargo esperábamos que todo se aclarara y pudiéramos seguir con nuestras vidas.
    
    Nada más lejos de la realidad, efectivamente el juicio fue muy rápido pero de nada sirvieron ni nuestras explicaciones ni los alegatos de nuestro abogado y fuimos condenadas a pasar unos meses en una cárcel turca.
    
    Y ahí empezaron ...