1. Infierno o paraíso


    Fecha: 09/06/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mis vicisitudes porque mi amiga Julia fue enviada a una cárcel de mujeres pero yo dada mi condición transexual me enviaron a una cárcel de hombres, a pesar de mi aspecto totalmente femenino.
    
    Cuando llegué a la cárcel me sentí como un corderito entre una jauría de lobos hambrientos. Los guardianes me hicieron entregar todos mis efectos personales, me obligaron a desnudarme y quedaron expuestos a su lascivia, mis turgentes pechos y mis genitales masculinos.
    
    Después de la ducha me entregaron mi nuevo uniforme y me acompañaron a mi celda que imaginaba sería individual pero lamentablemente no fue así sino que era una estancia compartida con tres presos más.
    
    Me senté encima de la cama aterrorizada, mientras los reclusos me miraban fijamente como el gato al ratón.
    
    Después de una frugal cena, apagaron las luces y ordenaron dormir. Me metí en la cama vestida y muerta de miedo.
    
    No conseguía dormir pensando en todo lo que había pasado y todo lo que me podría pasar en aquel agujero.
    
    Estaba totalmente oscuro pero sentí como unas manos acariciaban mi cuerpo, cubierto por mi uniforme de presidiaria y quedé totalmente paralizada, dejándoles hacer.
    
    No sé cuántas manos eran pero las notaba deslizarse por mis piernas, mis glúteos, subiendo por mi abdomen hasta alcanzar mis tetas que agarraron con fuerza y extrañamente sentí una mezcla de pánico y excitación pues aquel manoseo tan sutil e intenso a la vez, en plena oscuridad por perfectos desconocidos me hizó arder y ...
    ... sentí las palpitaciones de mi culo y mi polla dura como nunca antes.
    
    De pronto, noté que otra mano había conseguido deslizarse hasta mis genitales, acariciando mis testículos y tocando mi polla, empezó a masturbarme, mientras sus compañeros pasaron, a pesar de mi resistencia, a abrir mi uniforme dejando mis tetas al descubierto que manosearon, chuparon y mordisquearon sin miramiento alguno y provocaron la erección de mis pezones.
    
    A pesar del miedo que me producía que una horda de delincuentes, posiblemente muy peligrosos, estuviera abusando de mí, una ola de placer inundó todo mi ser y sentí que mi orgasmo estaba próximo, derramando todo mi semen en una mano desconocida.
    
    Oí como decían mira a esta putita le gusta jugar y sentí como bajaban mis pantalones y noté otras manos acariciando mi culo, llegando a mi agujero que se contraía de un modo incontrolado.
    
    De repente sentí como un dedo húmedo se introducía en mi ano y mis contracciones de deseo aumentaron, lo que no les pasó desapercibido y provocó un incremento del ritmo de entrada y salida.
    
    La verdad yo no era muy consciente de lo estaba ocurriendo pues las sensaciones me habían llevado lejos, muy lejos de aquel lugar.
    
    Algo muy duro y húmedo chocaba con la entrada de mi ano, noté un escupitajo en mi culo y unas manos fuertes que separaban mis nalgas dejando totalmente expedita la entrada.
    
    Ese algo duro como el acero que yo no podía ver en medio de la oscuridad reinante, se abrió paso y llenó totalmente mi ...