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"Los Cuatro Ancianos" (I)
Fecha: 09/06/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... interesaban los tipos como yo. Sino los hombres con dinero y fortuna. Cuando le dije que Isabel había aceptado se le quedó una cara de mono que ni te imaginas. -¿Y luego intentó él invitarte a ti?-cuestionó Manuel impresionado -. ¿Y tú que le dijiste? -Le fui sincera. Le dije que ya tenía una cita con tu hijo -rememoró ella con gesto orgulloso -. Y entonces él me dijo que José malmetía por detrás y que me había invitado a salir porque había hecho una apuesta. -Pero le creíste -le recordó José. -Porque no lo conocía todavía, cariño -dijo en tono de disculpa para volver a mirar a Manuel -. Pero lo gracioso es que pensó que así me fijaría en él. Todo lo contrario. Al final cuando aclaré el malentendido con tu hijo supe que clase de tipo era Juan. -¿Y tú que le hiciste, hijo? -¿Yo? ¿A qué te refieres? -Bueno, malmetió detrás de ti. Yo con menos que eso le habría partido la cara -manifestó Manuel en un tono agresivo. -Y perder luego mi trabajo, no gracias. Lo que importa es que al final he sido yo el que le he ganado -se jactó. El padre aceptó esa conclusión mientras asentía sin estar demasiado convencido. -Se me hace tarde, amor -indicó José mientras tocaba la mano de su mujer sobre su hombro -. Me tengo que ir ya. Isabel dejó de abrazarle y le permitió levantarse de su silla. Una vez de pie volvió a besarle y abrazarle de frente una última vez. -Que tengas un buen día, amor. Yo estaré aquí cuando vuelvas. José se marchó a toda prisa sin ...
... perder la sonrisa y le lanzó un último beso a su mujer antes de irse, para mirar a su padre antes de cruzar la puerta. -No la molestes demasiado, papá. Que no es tu chacha. -Sí, ya lo sé. Descuida. La puerta se cerró e Isabel ya se dispuso a lavarla losa. El trabajo de ama de casa era bastante ameno mientras no tu viera hijos, y había muchas horas muertas, pero ella lo compaginaba bastante bien con la lectura y la televisión. Desde la ventana ella podía ver como su marido se subía en el coche. Y antes de que arrancara el motor ya sintió como Manuel le bajó de sopetón el pantalón junto con las bragas incluidas. Su suegro tenía las manos frías cuando estiró sus nalgas dejando al descubierto su ano. Entonces comenzó a lamérselo ávidamente. Isabel vio como José había reparado en ella mientras estaba en el coche, por lo que intentó aparentar normalidad y enjabonó uno de los platos mientras su suegro le metía la lengua por el ano y manoseaba su culo. José se despidió con la mano y ella de devolvió una sonrisa. -Tu hijo no se ha ido todavía -le reprochó ella a su suegro, casi sin moverse y sin quitar la sonrisa. -Por eso he empezado por lamerte el culo-contestó Manuel sin que apenas se le entendiera. Isabel apretó los dientes y esperó a que su marido se hubiera ido del todo para darse la vuelta bruscamente. De manera que con las nalgas abofeteó a su suegro y se viró ciento ochenta grados. -Ya te he dicho que aquí no. Manuel vio frente a sí todo el coño de su ...