1. "Los Cuatro Ancianos" (I)


    Fecha: 09/06/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... nuera. Se había afeitado el pubis para la boda, pero ya le había crecido bastante. Los labios menores de su vulva eran abiertos y grandes, tanto que sobresalían sobre los labios superiores, formando una apariencia como de alas de mariposa. Manuel se abalanzó como un león lo haría por su comida y comenzó a lamer el coño con apetito. Isabel intentó contener a su suegro con las manos, pero cuando intentaba empujar su cabeza se le iban las fuerzas al sentir la lengua dentro de su vagina. Pronto sintió como su entrepierna chorreaba, y no solo por la saliva de su suegro, sino por sus propios fluidos. Isabel intentó retirar la cabeza de su suegro dos ocasiones más sin apenas fuerzas, para la tercera ni siquiera miraba ya hacia abajo. Retiró definitivamente las manos y levantó la cadera para que la lengua de su suegro entrara más hasta el fondo. Miró hacia el techo y entrecerró los ojos por el placer. Comenzó a sentir un cosquilleo que nacía en su entrepierna pero que se expandía por todo su cuerpo. Manuel metió su mano derecha por dentro de la camisa y delantal de su nuera, y agarró con la mano llena su seno derecho. Isabel tenía los pezones erectos.
    
    Cada vez más la bella mujer comenzó a moverlas caderas de arriba hacia abajo con más intensidad. Tanto que estorbó a Manuel, que veía realmente complicado seguir con la felación con la misma precisión. Entonces quitó su lengua y se apartó. Con el pie presionó los pantalones de Isabel que estaban a la altura de sus tobillos y la ...
    ... levantó por medio metro desembarazándose de ellos. Sin pantalones Isabel podría abrirse más por lo que la hizo girar ciento ochenta grados nuevamente agarrándola por las caderas hasta que el culo volvió a quedar frente a él. Presionó sobre la espalda de ella, que no paraba de subir y bajar por la excitación, para que se reclinara mientras el trasero le quedaba más en pompa. Tenía el culo un poco estrecho y a Manuel le gustaban más de amplias caderas, pero era respingón y suave. El chocho de Isabel quedó al descubierto, y estaba abierto con claridad y expedía un líquido cristalino que brillaba con la luz de la bombilla de la cocina.
    
    Manuel se bajó los pantalones y mostró su pene completamente erecto y con un poco de líquido trasparente en la punta. El viejo de sesenta y ocho años tenía un miembro de diecinueve centímetros muy grueso, que estaba muy excitado y parecía asentir cada dos segundos ante tal afirmación. Entonces lo metió a pelo dentro del coño de su nuera. La primera metida entró solo un cuarto, pero Manuel notó como su pene se mojó por completo y apenas mostró resistencia para adentrarse. La retiró un poco y volvió a meterla por segunda vez para llegar a penetrarla con la mitad de todo su pene, e Isabel lanzó un pequeño gemido contenido. Para la tercera vez entró por completo e Isabel gimió sin poder evitarlo. El anciano empezó a meterla mientras se ayudaba agarrando las caderas de su nuera e Isabel se mordió el labio para no seguir gimiendo. Tanto mordió que se hizo ...
«1...3456»