1. Incesto. alcohol y unas rayas


    Fecha: 13/06/2024, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... otro.
    
    De estar hasta el coño de su hermana, pasó a preguntarle:
    
    -¿Tantas ganas tienes, cabrona?
    
    -Sabes que después de calentarme el culo me muero por correrme.
    
    -Pues habrá que hacer algo para quitarte la calentura.
    
    A mí se me había quedado cara de tonto con aquel cambio tan radical. ¿Serían bipolares? Fueran lo que fueran estaban muy buenas. Isa le dijo:
    
    -Así se habla.
    
    -¿Quién quieres que te la coma?
    
    -Él.
    
    La sentó en el tresillo y me dijo:
    
    -Cómele el coño.
    
    Yo había ido allí para follar con Isa, pero no iba decir que no a aquella preciosidad.
    
    Vero se quitó la bata, se abrió de piernas y se echó hacia atrás en el tresillo. Me arrodillé delante de ella. Vi cómo Isa la besaba y luego cómo le comía las tetas. Al lamer su coño peludo me percaté de que la chavala estaba tan mojada que echaba por fuera. Los azotes la habían excitado sobre manera. Eché hacia atrás el capuchón de su clítoris y con la punta de la lengua lamí el glande y después se lo chupé. A continuación lamí desde el periné hasta el clítoris, lentamente al principio y acelerando cada vez un poco más. No tardó en decir:
    
    -¡Me voy a correr! Bésame Isabel.
    
    Isa la besó. Vero comenzó a correrse. Dejé la parte superior mi lengua apretando su clítoris y el resto se la metí dentro del coño. Moviendo su pelvis de abajo a arriba y de arriba a abajo sentí cómo su coño se abría y se cerraba y cómo descargaba en mi boca.
    
    La aguadilla de mi polla ya me había traspasado el calzoncillo y ...
    ... mojaba mi pantalón. Una chupadita, una sola chupadita y le llenaba la boca de leche a la que me la hiciera, pero no me la iban a chupar.
    
    Isa se desnudó. Tenía un cuerpo bonito, sin barriga, sin michelines y sin celulitis... Sus tetazas tenían areolas oscuras, pezones gordos y su coño lo rodeaba una buena pelambrera de color marrón. Se puso de pie sobre el tresillo y separó las piernas, Vero se sentó en él bajo sus piernas. Isa mirando para abajo me dijo:
    
    -Hártate.
    
    Mi lengua se metió en aquel pantano de jugos al mismo tiempo que Vero me bajaba la cremallera del pantalón. Sacó la polla y me la meneó muy, muy despacito. Era como si supiera qué si la metía en la boca ya me corría. Yo le lamí el coño a su hermana a la misma velocidad. Unos cinco minutos más tarde Isa no aguantó más, me cogió la cabeza y frotándose contra mi lengua me dijo:
    
    -¡Ahí te va!
    
    Se corrió cómo una perra. Vero metió mi polla en la boca y con un par de mamadas se la llené de leche, leche que se tragó.
    
    Al acabar de correrme me encontré con toda la cara pringada de jugos. Isa bajó del tresillo y me dio el tapete de la mesa camilla.
    
    -Límpiate.
    
    Me iba a limpiar con él, pero Vero se puso en pie y me lamió la cara. Lamiéndola y besándome con lengua, me dijo:
    
    -Me gusta el sabor de los jugos de mi hermana.
    
    Al acabar conmigo echó otro chorro de whisky en el vaso y se lo mandó de un trago. Isa me dijo:
    
    -No me gusta estar desnuda a su lado.
    
    -¿Y eso a qué se debe?
    
    -Mira su cuerpo, es ...
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