Primera experiencia liberal (I)
Fecha: 14/06/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: rontontero, Fuente: RelatosEróticos
Todo aquello era nuevo para mí, aquellos términos tales como cuckold, swinger, dogging… aparecían en los perfiles de manera constante con una naturalidad pasmosa como si todo el mundo los entendiera y para mí todo aquello era otro idioma diferente.
Había descubierto esta web por mis ganas de conocer nuevos mundos sexuales reales y estaba alucinando con todo aquello. Cada vez que ojeaba algunos perfiles de parejas o chicas no podía evitar acabar con la polla ejerciendo una presión enorme en mis pantalones. En más de una ocasión, acababa desatando a la fiera y jalando mi polla mientras observaba alguno de esos maravilloso videos que alguna pareja colgaba en la que el marido grababa como ensartaban a su chica de una manera bestial; ella disfrutaba, pero el marido aún más… “vaya puto morbazo”, pensaba mientras mi leche empezaba a asomar por la punta de mi capullo y obtenía uno de esas corridas en las que incluso se te escapan varios gemidos
Empecé a informarme, interesarme y a darme mucho morbo todo aquello; hacía tiempo que quería experimentar cosas nuevas sin saber ni el qué ni el cómo. Empecé a cuidar mi perfil con fotos eróticas pero no explicitas y con una descripción breve pero totalmente clara para ahuyentar aquellos perfiles que no iban en mi línea. El primer mes apenas conseguí hablar con nadie. Algún perfil falso haciéndose pasar por chica o pareja pero que era rápidamente desenmascarado al pedirle algún tipo de prueba auditiva o fotográfica específica. Tampoco os ...
... negaré que más de alguna vez ese chasco ya me había sorprendido con mi polla tiesa palpitando en mi mano.
A los dos meses me contactó una pareja que rondaba los 40, la cual venía de vacaciones por la zona. Después de la típica conversación superflua, hablamos de muchos temas y congeniamos muy bien. La cosa fluía. Ella me atraía mucho, una mujer de piel oscura con grandes pechos rematados con unos pezones grandes y marrones que encajaban a la perfección, sin dejar atrás ese culo grande y hermoso con una curvatura perfecta y que dejaban entrever un coño de grandes labios perfectamente rasurados.
Al cabo de unas semanas decidimos enseñarnos las caras: ella era morena de piel canela y profundos ojos azabaches, con una pronunciada nariz aguileña pero que encajaba armoniosamente con sus aires arábicos; él era un hombre normal, moreno, no muy alto con rasgos muy marcados y que a pesar de tener mi misma edad parecía mayor.
A ella le gusté, alabó mis ojos, mi sonrisa y bromeó con que parecía irlandés en vez de andaluz; luego me pidió algo que me dejó en fuera de juego: “quiero ver como tienes la polla”. La verdad es que me daba bastante reparo pues nunca había hecho ese tipo de juegos y me preocupaba mi privacidad, pero… ¡qué coño, hemos venido a jugar! De inmediato me saqué la polla y no hizo falta ni acariciarla para que se pusiera rígida como un mástil. Le saqué una foto y le añadí un filtro como para restarle vulgaridad (si es que eso era posible) y la envié.
Yo estoy ...