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Primera experiencia liberal (I)
Fecha: 14/06/2024, Categorías: Hetero Autor: rontontero, Fuente: RelatosEróticos
... tenido varias experiencias pero siempre cuando viajaban ya que no se atrevían a ser reconocidos en su ciudad. Yo les fui sincero y les conté mis ganas de tener nuevas experiencias y que era mi primera vez con una pareja desconocida: les encantó, les gustaba la idea de estrenar juguete nuevo. Soy vuestro juguete, dije mentalmente. —Hay algo que nos gustaría comentarte antes de ir al hotel —dijo ella —Claro, adelante —dije firmemente —Bueno el caso es que estoy embarazada de 2 meses —pronunció cada palabra lentamente y mirándome fijamente a los ojos, casi desafiante, escrutando mi reacción al milímetro. Ante mi incredulidad, lejos de asustarme aquella revelación me puso más cachondo todavía, notaba el aumento de mi ritmo cardiaco y como mi polla despertaba a ritmo agigantados. —Lo primero, ¡enhorabuena! —contesté— y lo segundo: ¿es verdad que os ponéis más cachondas y sensibles aún? —a juzgar por su mirada y como se mordió el labio sabía que había pasado la prueba. —Ni te lo imaginas —respondió ella casi gimiendo. Dejamos el bar y caminamos hacia el hotel pero no por su puerta principal sino por un camino secundario cerca de la playa. Él levanto su falda y me señaló su culo — ¿Te gusta lo que ves? Ven, tócalo — me puse a su derecha y ella quedó en medio y con mi palma de la mano y manoseando suavemente dije —mmmm qué puta maravilla. Llegamos a la habitación de hotel con una cama enorme y nos sentamos sobre ella. —Vamos a jugar a la botella, el que ...
... lanza elige que ordenar a quien la botella señale. Empezamos suave: da una acaricia aquí, dale un beso allá… y de repente él giro la botella y me señaló —Haz que mi mujer se moje —enseguida me puse en marcha caminando en su dirección a cuatro patas, muy lento pero con decisión. Con un suave gesto aparte el pelo de su cara y me encaminé hacia su cuello dándole pequeños y dóciles besos, acompañados de algún que otro mordisquito. Ya notaba su respiración como se agitaba y aceleraba. Continué bajando por ese magnífico cuello tenso y me percaté como se erizaba su piel. Me planté en su escote y con una de mis hábiles manos le pellizqué el pezón lo que hizo que soltara un pequeño gemido contenido; ella seguía vestida, pero levanté su falda y continué besando tu entrepierna y manoseando sus muslos. Continué el camino de besos hacia su coñito donde me paré en seco. Incluso con las bragas puestas podría intuir que estaba muy húmeda, así que con un movimiento lento y calculado aparté sus bonitas bragas de encaje, deslicé mi dedo de arriba abajo y pude confirmar lo mojada que estaba. Le mostré su dedo empapado en su jugo. — Creo que he conseguido mi propósito —musité. Sacó la lengüita y empezó a lamerlo como una gatita lame su pata y luego lo encajó en su boca chupándolo completamente. Seguidamente volví a estar entre sus muslos y me decidí a probar ese fruto brillante que pedía a gritos un lengüetazo. Y vaya que si se lo di. A lo cual ella respondió con tal respingo que tuve ...