1. Vivencias en un piso de estudiantes universitarios


    Fecha: 17/06/2024, Categorías: Masturbación Autor: Lynette, Fuente: CuentoRelatos

    ... escuchar risas picaronas y una secuencia de besos interminables. Jorge le decía cosas como:
    
    –Quítatelo todo nena. Te daré la mejor noche de tu vida. Ponte en cuatro para mí. Eres preciosa...
    
    No me podía creer que Jorge estuviese hablando de esa forma, pero lo cierto es que me ponía mucho y yo llevaba bastante tiempo sin tener relaciones sexuales, desde que había cortado con mi novio.
    
    Notaba que a medida que él le decía guarrerías a esa chica, mi vagina se humedecía cada vez más y respondía con pequeños espasmos. Madre mía, no me lo podía creer quería ser ella en ese mismo momento.
    
    No me sentía orgullosa de mi misma con lo que estaba a punto de hacer, pero empecé a tocarme. Primero toqué la superficie de mis labios para estimularme, pero poco tenía que hacer, ya que estaba tan mojada que no me hacía falta ni usar lubricante o saliva. Decidí usar mi mejor técnica para llegar rápido al orgasmo. Estaba demasiado excitada para dedicarme demasiado tiempo en conseguir llegar al clímax, eso me frustraría.
    
    No sabía si mi manera favorita de tocarme era la cosa más sencilla del mundo, tampoco sabía cómo era la preferida de otras chicas. Entre amigas nunca hablábamos de esto, y las veces que había intentado sacar el tema acababan todas poniendo caras raras y de incomodidad. Supongo que el tema de la masturbación femenina seguía siendo un taboo y yo solo estaba acostumbrada a ver cómo se masturbaban las chicas en el porno y en algunas ocasiones en series. Ellas siempre ...
    ... solían estar boca arriba, separaban sus piernas y se metían sus dedos duramente o algún juguete sexual que les ayudara a llegar al éxtasis. Estos por supuesto si eran más grandes mucho mejor. Yo no quería utilizar ninguno de los accesorios que tenía en la mesilla, ya que me daba miedo hacer demasiado ruido y que notarán que los estaba usando por el sonido de la vibración. Esto solo era para los momentos que estaba completamente a solas y tampoco debía utilizarlos demasiado, no quería perder sensibilidad aunque esta después se recuperara. Por otro lado, esta postura típica para tocarse de la que hablaba antes era de las que menos me gustaba a mí. Tardaba mucho en llegar y los orgasmos eran menos intensos. Así que, prefería utilizar otra técnica, con la que en cinco minutos acababa más que satisfecha.
    
    Me di la vuelta en la cama, y boca abajo metí mis dedos en mi vagina. Se sentía tan rico. Entraban tan bien y mi coño los abrazaba con tanta suavidad. Empecé a mover mis caderas como si me estuviera cabalgando a mi compañero de piso y me ayudaba de mi muñeca para mover con rapidez mis dedos dentro de mi vagina acompañando así al movimiento con la pelvis. Mi clítoris rozaba con la parte final de la palma de mi mano, por lo que esto aumentaba más el placer.
    
    Intentando sincronizarme con los movimientos de ellos a través del ritmo de sus gemidos, movía rápidamente mi mano. Los sonidos que emitía la chica me ayudaban mucho, tanto que de repente se escuchó ese sonido común que se oye ...