Ana, un coño maravilloso
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: marimont, Fuente: CuentoRelatos
... estaba ocurriendo, cuando giramos al bailar y yo me quede de espaldas a la gente de forma que su espalda quedaba cera de la pared detuve el giro del baile e introduje leve y suavemente más la mano por debajo de la cintura de su pantalón, ella permaneció inmóvil y sin parpadear se apretó más a mí lo cual hizo que sintiera en mi vientre todas sus impresionantes tetas, al cabo de unos segundos de viaje mis dedos llegaron a la parte superior de sus bragas, mi corazón latía a mil por hora, estaba rozando las bragas de mi amiga Ana, y ella que lo estaba sintiendo no lo despreciaba, en mi pantalón sentía como mi polla estaba que no sabía por dónde ir, me dolía de la dureza que había alcanzado y algún punto sentía el roce del cuerpo de Ana sobre ella lo que hacía que mi liquido preseminal humedeciera el glande de mi verga y eso que solo le estaba rozando las bragas de Ana.
Deslicé más aún mi mano por debajo de sus braguitas y sentí mis dedos acariciando su suave piel por debajo de unas bragas que se adivinaban de encaje por el tacto que la parte posterior de mi mano percibía.
–Uhmmm… Escuché de repente sobre mi hombro donde ella apoyaba su cabeza, lo cual me excitó aún más.
En aquel instante cambió la música y saqué repentinamente mi mano de su interior. Cogimos la copa de la mesa donde la habíamos dejado y nos dirigimos a un lado del garito que se encontraba en penumbra. Ana se colocó de espaldas a la pared como insinuando… ”si quieres seguir con el juego… ¡ahí tienes!” Y ...
... comentó:
–Ha estado bien el baile… mostrando una sonrisita picarona
Cogí mi copa con la mano izquierda y le ofrecí un brindis para romper el hielo:
–¡Por el baile que nos acabamos de marcar! , dije yo, y ella chocó su copa con la mía.
Mientras, la miraba fijamente a los ojos en plan desafiante y ella no esquivaba la mirada, bebí a la vez que pasando mi mano derecha por su espalda ella la arqueaba para hacer hueco entre la pared donde se apoyaba y dejarse hacer.
Esta vez enseguida llegué a acariciar las braguitas y ahí me detuve, recorriendo con mis dedos de un extremo a otro de la cintura por donde me permitía el pantalón llegar, descendí suavemente la mano y sentí todo su culo en la misma, ella dejo su copa sobre una balda de la pared y volvió a recostar su cabeza sobre mi pecho. No había ninguna duda, esta vez mi amiga Ana se estaba dejando.
Mientras acariciaba suavemente su culo, mi mano iba progresiva pero muy lentamente acercándose a los costados de su cuerpo y siempre por dentro de sus braguitas, al llegar a su cintura subí mi mano de manera que casi se me salió de dentro del pantalón por completo
–Ah, nooo, sigueee porfa sigue... Susurró ella a mi oído
En realidad, yo había sacado mi mano porque al girar alrededor de su cintura su pantalón no me dejaba pasar, enseguida coloqué mi mano entre mi cuerpo y el suyo y esta vez por fuera del pantalón la deslicé hasta su entrepierna, donde me imaginaba esperaba su coño ansiosamente, apreté fuertemente ...