1. La directora nos enseña a compartir la leche


    Fecha: 20/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Insomne, Fuente: CuentoRelatos

    Nos conocimos en el trabajo, una pequeña editorial e imprenta de la ciudad, una de las pocas debería decir, por lo que siempre había mucho trabajo que hacer. Ella es diseñadora gráfica y yo soy programador web, por lo que estamos obligados a pasar mucho tiempo juntos en la oficina, ambos estamos en nuestros veintes, tenemos una buena química así que cómo era de esperarse no tardamos en terminar follando. Y si, hemos encontrado nuestro hueco en el estudio.
    
    Siempre había alguna excusa para ir al almacén o a algún otro sitio poco concurrido y hacerlo fogosamente, al principio casi sin quitarnos la ropa, una mamada o una comida de coño veloz para alimentar el morbo más que para saciar nuestras ansias, pero a medida que tomábamos confianza y nos seguíamos saliendo con la nuestra la cosa se ponía cada vez más intensa. Nuestros encuentros eran cada vez más prolongados, llevábamos accesorios para calentarnos durante el día de trabajo hasta encontrar el momento, nos excitaba tanto el sexo cómo el peligro y la combinación de ambos lo hacía extasiante.
    
    El sexo había tomado un papel tan protagónico en nuestra jornada que empezó a afectar nuestro trabajo, lo que nos sucedía era patológico y nuestro desempeño se había visto fuertemente afectado. Las entregas se atrasaban y los pendientes se acumulaban pero no podíamos detenernos, no queríamos hacerlo tampoco. Nadie sabía lo que hacíamos, nuestra confianza estaba por las nubes y para mantener el fuego ardiendo tomábamos cada vez más ...
    ... riesgos. Fue entonces un día, mientras planificábamos nuestra próxima aventura que la directora de la editorial nos llamó a ambos a su oficina. Estábamos fregados.
    
    Ambos nos miramos fijamente antes de pararnos y dirigirnos a su oficina privada al final del pasillo. El corredor parecía eterno, caminábamos uno junto al otro sin cruzar palabra pero sabíamos que habíamos sido descubiertos.
    
    Entramos a la impoluta oficina, ella sentada en su silla nos esperaba, nos hizo un ademán para que cerremos la puerta, aunque toda la pared de la misma era vidriada. Ella era una mujer muy imponente, de fuerte carácter que había tenido que ganarse su posición, aunque prácticamente nos duplicaba en edad a ambos siempre nos pareció muy atractiva, tenía una hermosa cabellera grisácea, unas finas gafas que le daban ese aire ejecutivo, vestía costosas ropas de marca, entalladas para marcar su figura, con prominentes escotes sobre sus abultados pechos en una actitud desafiante que hacían tropezar hasta a los hombres más poderosos de caros trajes con los que tenía que lidiar a diario.
    
    En el centro de su oficina había una mesa enorme donde le gustaba desplegar las páginas de las ediciones para supervisar hasta el último detalle, era perfeccionista y nunca se le escapaba nada ¡ja! No debería sorprendernos que nos haya pillado. Mientras nos sentábamos ella paso por nuestras espaldas para cerrar las persianas americanas de las ventanas que daban al pasillo, la popular señal que indicaba al resto ...
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