Unas vacaciones con mis tías (P. 12): Desayuno y siesta
Fecha: 23/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... Tranquila tía! – dijo acercándose hasta ella y dándole un beso en su enrojecida mejilla. – No le diré nada, pero pensaré en tu oferta! – dijo irónicamente.
Tía Sole acabo de ponerse la bata y salió de la cocina algo alterada.
- Que cabrona que eres! Por qué has hecho eso?
- Quería ver su reacción, jajaja!
- Y encima la chantajeas!
- Todavía no le he pedido nada, pero lo pensaré, jajaja! Seguro que le sacó unos buenos vestidos de marca. Tienen dinero para aburrir, para ella no será nada!
- Es una buena persona, seguro que te los compraría sin necesidad de chantajearla!
- Ya… pero estoy pensando… en algo más! Jajaja! Dijo soltando otra carcajada.
Mi tía se había subido a su habitación y mi hermana salió al jardín para tumbarse. Subí y llamé a su puerta, cuando abrió la vi llorando. La tranquilicé asegurando que mi hermana no diría nada, también la advertí que su intención era sacarle algún vestido y poco más. Se tranquilizó bastante y me dijo que no le importaba, que le compraría todo lo que le pidiera.
La comida de ese día fue algo silenciosa, tan solo tía Candi y mi madre hablaron. Tía Candi dijo que tenía que bajar al pueblo para atender asuntos del negocio y tía Sole le propuso a Sonia que bajarán también para ver algo de ropa, quería adelantarse a su petición. Mi madre y yo decidimos tumbarnos entre sol y la sobra, a esa hora el sol era demasiado intenso.
- Voy a ponerme un bikini! Me dijo con su sonrisa encantadora.
Yo ya llevaba puesto ...
... uno de los varios bañadores que me había traído y extendí un par de toallas sobre el césped. Me tumbé sobre una de ellas boca abajo, con los brazos cruzados mirando en dirección a la puerta del salón. Al momento, mis dos tías y mi hermana se asomaron por la puerta para despedirse. Segundos más tarde oí el motor del todo terreno alejándose de la casa. Puse la cabeza sobre los brazos y cerré los ojos disfrutando del alborotado trinar de los pájaros. Pocos segundos más tarde noté la sombra de mi madre cercana a mi cabeza, levanté la vista y vi su hermoso cuerpo apenas cubierto por un pequeño y sexy bikini de color rojo intenso.
- Te gusta cariño? Me preguntó con su delicada voz.
- Estás… preciosa mamá! Dije evitando la primera barbaridad que había pensado.
- Gracias hijo! Un poco pequeño, pero tus tías se empeñaron y no pude decir que no!
Se tumbó sobre la otra toalla que había , a mi lado boca arriba y me giré poniéndome de lado admirando su cuerpo, para mi era un “pibón”. Miré sus redondas y bonitas tetas elevadas sobre su tórax, y como los grandes pezones se le marcaban bajo la fina tela del bikini. Continúe por las curvas que describía su cuerpo hasta llegar al pequeño tanga que apenas cubría el centro de sus bonitos muslos, unos muslos tersos de piel suave que desee sobar con impaciencia.
Se había puesto unas gafas de sol y no sabía si ella me miraba, estaba recordando la tarde anterior, esos maravillosos momentos que disfruté con intensidad, cuando su voz, ...