Verano del 2015
Fecha: 26/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Leo211, Fuente: CuentoRelatos
... los cubiertos y platos fueron protagonistas, Camila se retiró a su habitación con la excusa de chatear con su amiga que estaba en Brasil, y yo me ofrecí a lavar la losa y acomodar la cocina.
Luego de eso salí a fumar un cigarrillo y contemplar las estrellas. Una parte de mi quería irse, regresar a la ciudad, pero por otro lado sabía que no tenía forma de ayudar. Más de una hora después escalé a mi habitación para descubrir en el camino, la puerta de Cami entreabierta, la tenue luz de la notebook bañaba las sábanas blancas y las teñía de un pálido azul al igual que el derrotado cuerpo desnudo y bronceado de la veinteañera, posaba de perfil con un pie estirado y el otro recogido ¡mi Dios! No pude evitar mirarla sin recordar a su madre que era igual a su 21, casi 22 años lo recuerdo como para tratar de tener algún indulto por lo que pasaba en mi interior.
La contemplé varios minutos como a una mujer de dudosa procedencia el cabello negro caía como una cascada sobre su rostro agrio, con una mueca de dolor como si me estuviera mirando profundamente dormida. La mágica luz , lamía su figura juvenil y tatuó en mi retina la perpetua imagen que como una maldición acosaría el resto de mi vida.
Me retire lentamente sobre mis pasos sin dejar de observarla perturbado, y aunque cueste reconocerlo excitado terriblemente excitado por una joven que desee ahí, que no fuera mi hija. El marco de aquella puerta se declaró mi enemigo y dentro habitaba la diabla sumisa e intelectual que ...
... volaría sin tapujos la baja integridad de su padre. Fue la noche de verano más larga de mi vida, masajee mis ojos cerrados intentando apartar aquella imagen quimérica que corrompía mi voluntad.
En la mañana desayunando la miré diferente
—Pasé a despedirme anoche. —Dije apresurando a tragar la tostada.
—Estaba muerta, Pá. Apenas me bañe, me tire en pelotas. ¿Me viste?... —Preguntó, apurando el café y riendo.
No conteste. Ella había cambiado de mojigata a Mata Hari en un día y yo estaba totalmente desorientado como nunca a mi casi medio siglo de existencia.
—Esta noche podemos ver la película tenebrosa, esa del bosque de no sé qué... ¿Te parece? —Propuso la mujer de la casa.
Las nubes descompusieron el clima perfecto en más de 25 días del mes y la película nocturna se adelantó para las14 horas en medio de una llovizna mansa que supongo era parte del plan. Dos latas de cerveza aliviaron un guion malísimo. Un rato antes que comenzará el bodrio apagó las luces y nos cubrimos con una manta liviana para entrar en clima, la temperatura había descendido un poco pero pronto en living treparía a niveles catastróficos.
Cada poco la película ofrecía algún sobresalto que la veinteañera aprovechaba para aferrarse a mi pecho. No lograba concentrarme en nada que no fuera en ella, en la visión diabólica de la noche anterior y su desnudez total de la persona que tenía abrazándome bajo la manta. La cosa no se podía poner peor cuando al protagonista de la película le comienzan a ...