El chico del curso
Fecha: 28/06/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Strawberry, Fuente: CuentoRelatos
... veces, pero seguía pidiendo más. Me provoca, me mantiene en la posición perfecta, presionando lenta y pacientemente en mi interior.
Me encanta la sensación de su cuerpo fuerte y su miembro duro clavándose en mi cuerpo, sus largos brazos y anchos hombros envolviéndome, haciéndome sentir pequeña. Me levanta una pierna y la engancha alrededor de su firme muslo. El ángulo de su polla llega a una profundidad imposible, acariciando mi punto G, donde cada nervio ya palpita.
Estoy muy sensible, mi clítoris está muy caliente, así que me relajo y disfruto de las sensaciones mientras me coge con fuerza. Su voz profunda llena el espacio detrás de mí. Su respiración mueve su cuerpo rítmicamente mientras su mano perfila las suaves curvas de mi cuerpo. Me recorre la clavícula, pasa el pulgar por cada milímetro del cuello y luego sus dedos se encajan suavemente bajo mi mandíbula. Sé lo que quiere: empujo mi cuello contra su mano.
—Nunca imagine que te gustará la asfixia erótica —le digo.
—Sí —susurra y agrega:— Pero si a ti no te gusta, no lo hago.
—Me gustaría probar —le digo.
Su mano se estrecha alrededor de mi ...
... cuello y yo jadeo, disfrutando la sensación. Él es inteligente, no aprieta demasiado, esperando el momento adecuado. Su polla sigue moviéndose a un ritmo lento y constante, hipnotizándome. Es tarde, está oscuro, el aire en la habitación es tan tranquilo, que todo esto parece irreal.
Los contornos de su polla dentro de mí, la voz que se desliza por mi cuello, susurrando cosas que me provocan descargas de placer en todo el cuerpo. La oscuridad me hace más consciente de los sonidos que hacemos juntos, de cómo puedo sentir cada respiración suya moviendo el aire sobre mi cuello, mis pechos. Agarro su culo y lo empujó más hacia mí, abriendo todo lo que puedo para dejarle entrar.
Él se estremece, tiene un grito ahogado en la garganta, y siento cómo se contrae su polla. Me agarra con fuerza por la garganta y se introduce con fuerza en mí, hasta que su punta llega a mi límite. Grito cuando siento que su cálido semen me llena, contrayendo mi coño para absorberlo todo.
Despega su mano de mi cuello, arrastrando unos dedos tensos que dejan un rastro de chispas por mi cuerpo y me dice:
—Es hora de ir por nuestros autos.