Aquella compañera de trabajo (Parte 2)
Fecha: 28/06/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: pudor69, Fuente: CuentoRelatos
Continuando con la historia anterior...
Después de tantos encuentros en nuestro lugar de trabajo a escondidas, evitando levantar sospechas del resto y sobre todo que no llegara ningún tipo de comentarios a mi esposa, mi compañera de trabajo y yo acordamos tener una aventura donde ninguno de los dos saliera perjudicado. Ella estaba totalmente clara en la situación, y yo no deseaba terminar con mi relación de pareja, solo quería probar de ese fruto prohibido una sola vez y sentir esa adrenalina excitante que suele producir el deseo a escondidas. Tanto así, que hicimos de nuestra área laboral el sitio perfecto para seguir aumentando la pasión entre los dos.
Diariamente teníamos encuentros íntimos fuera de la vista de los demás empleados. Nos tocábamos, nos besamos demasiado rico, al salir de la jornada siempre bajábamos por las escaleras menos transitadas y nos deteníamos ahí por varios minutos para seguir aumentando el deseo cada vez más. Ya se estaba volviendo una completa locura. Todas las tardes llegaba con mi bóxer empapado a casa y mi pene llorando como un niño chiquito, tratando de disimular ante mi mujer. En ocasiones le hacía el amor a mi pareja fantaseando con mi compañera de trabajo. Ufff... Era demasiad excitante! Despertaba cada día ansioso y motivado a ir al trabajo solo porque sabía que sería un nuevo encuentro con ella. Hasta que un día decidimos organizar una escapada a un hotel para así poder disfrutar a plenitud el uno del otro sin interrupciones, ...
... sin temor que nos vean, y matar las ganas de una vez por todas.
Fue así que llego el día más esperado por ambos, acordamos a la salida del trabajo con un taxista quien nos llevaría y nos recogería en aquel motel. Disimuladamente después que los demás empleados ya habían salido, abordamos el vehículo. Llegando al sitio evitamos ser visto por la más mínima cantidad de personas posibles, entrando directo a la habitación velozmente. Luego de cancelar el tiempo de estadía, ya éramos libres de hacer y deshacer hasta más no poder. Ya le había indicado a ella anteriormente que tengo un fetiche con los pies y quise que ese día llevara sus uñas pintadas de un color oscuro porque me fascinan así. También le sugerí una ropa interior de un color bastante llamativo, y si era un hilo que fuese lo más chiquito posible. No esperaba en realidad que fuese a cumplir todo al pie de la letra.
Ya estando en la habitación, le dije para ducharnos juntos, la cual ella me indicó que lo hiciera yo primero y la esperara en la cama. Tal cual lo hice. Luego de ducharme la esperé completamente desnudo en la cama, con mi pene ya firme y completamente erecto, lubricando de lo excitado que ya estaba sin aún haber comenzado la acción. En eso, sale ella del baño con su piel radiante, esa hermosa mujer de tez blanca, de estatura media (bastante para mí, que mido 1.90), y un cuerpo natural, que sin ser exuberante lo hacía perfecto para mí. Comienza a caminar lentamente hacia mí, con sus senos al aire y esos ...