1. Gotas Sofocantes de Amorts - Pt2 (H19) (M19)


    Fecha: 28/06/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Continúo...
    
    Bueno, pues terminé por pagar el cuarto de hotel y jalé a mi ojiverde hacia el elevador.
    
    Mientras subíamos, obviamente le iba metiendo mano y le daba sus besotes de lengua.
    
    La neta yo ya andaba chorreando baba cómo si de pulque se tratara.
    
    Llegamos al cuarto, abrí con la tarjeta de éste, entramos y ooh, sorpresa! Rojo y negro por todos lados. Lo único que cambiaba eran las blancas persianas, pero de ahí en fuera era todo igual. Quién se lo imaginaría. Hasta el pendejo baño y la regadera eran lo mismo. En fin...
    
    Ese habías sido un día caluroso, por lo que ambos traíamos sudor hasta en el sin esquinas. Yo, la neta, si me quería echar un baño y no porque no me guste ese sabor saladito en las féminas, sino que neta querías refrescarme antes de darle pa' sus chicles a mi güerita chula.
    
    Le pregunte -quieres que nos bañemos -. Ella aceptó.
    
    Era la primera vez que la iba a ver completamente en su vestimenta de Eva y la neta si andaba un poquillo nervioso, pero el rifle ni así se me bajaba, creo qué incluso se me puso aún más duro que brazo de santo sin vela.
    
    Nos desnudamos al mismo tiempo y ella se empezó a reír preguntando -Por qué andas así?- señalando la baba que le salía a mi cíclope (les juro que hasta escurría jaja).
    
    Obviamente, cómo el caballero que soy, contesté -Es que éstas bien sabrotsa-, cosa que a ella le dió gracia y me dió un besito.
    
    Yo con eso tuve para jalarla a la regadera. Adivinar cuál era la llave del agua caliente y ...
    ... meternos a darle vuelo a la hilacha.
    
    Ya adentro, y con los cuerpos empapados, opté en chinga clavarle un beso de lengua mientras apretaba sus blancas y deliciosas nalgas.
    
    Yo sentía que la reata me iba a explotar y con pedos podía respirar porque la pendeja agua chocaba en la cara de ella y entraba directo en mis fosas nasales. Pensé que igual y no iba a ser tan cómoda la experiencia, pero le seguí.
    
    Ahí andábamos beso y beso y comencé a bajar de su boca a sus aureolas rosas y senos copa b. Ella comenzó a darme mis jaladas de macana y dolía un poco porque, lo mismo, el agua pasaba por mi mantecada y disolvía todo rastro de baba que salía de ella. -No hay pedo, aguanto-, pensé.
    
    Seguí jugando con sus tetas y pezones. Dando mordidas leves y, mientras tanto, mi mano derecha apretaba una de sus nalguitas para ir bajando poco a poco a la fuente de sus mieles. Obviamente, le dí su rozón de Anubis en el camino.
    
    Pues ahí me veían tragando más agua que chichi mientras, por detrás, jugaba con sus vulva. Subiendo, bajando y hasta zigzagueando. Cada que sentía que me iba a ahogar con tanta pendeja agua en mi boca, me detenía para subir y darle unos besitos de lengüita.
    
    Así estuvimos unos instantes y yo ya quería darle hasta para llevar.
    
    La tomé de la cintura y la hice dar media vuelta para pegarla contra la pared. Ella hizo su parte y paró sus deliciosas nalgas para que me sirviera a gusto.
    
    Desde arriba veía el agua escurrir entre sus glúteos y nomás' no me aguanté.
    
    En ...
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