1. Mi historia con una mujer maltratada (4)


    Fecha: 01/07/2024, Categorías: Hetero Autor: Tmy456, Fuente: CuentoRelatos

    ... para tocar mis muslos, abdominales, pecho, acariciar su clítoris o frotar sus senos, a veces se detenía para darme besos y lamidas en el abdomen o en los pectorales. Escupía para lubricar bien toda la zona. Cubrió mi glande con sus dedos, presionó los lados con sus labios y daba pequeños mordiscos. Colocó la mitad de mi pene en su boca e hizo movimientos más fuertes para succionarlo. Sus caricias alrededor de mi prepucio con su lengua, me volvían demente. Su naríz chocaba con mi pelvis. Emitía sonidos con la boca que lo único que hacían era excitarme mas y mas. Pasaba gentilmente sus uñas por el interior de mis muslos. Yo gemía demasiado, del placer que me daba. Sus labios, lengua y garganta se sentían tan bien. Si le pedía que fuera un poco más lento, iba más lento, si le pedía que fuera más rápido, ella lo hacía. Para mí en toda relación sexual está el tema de la comunicación, si no hay eso, no hay nada. Cuando se le metía algún pelo en la cara, trataba de quitárselo para poder verla bien, me miraba directamente a los ojos, todavía tengo esa mirada de loba pegadísima en la mente, no me la puedo sacar de la córnea. Me siguió viendo así todo el tiempo, hasta que después de aproximadamente unos treinta minutos, dijo en voz muy bajita: "Quiero verte gritar de placer y que acabes". Sólo me hicieron falta esas palabras para excitarme aún más y decir, luego de un par de minutos: "Anen, estoy por venirme". Ella sacó mi pene de su boca, y empezó a masturbarme rápidamente con una ...
    ... de sus manos, mientras que con la otra se tocaba el clítoris. Empecé a gritar su nombre descontroladamente. Ya no tenía dominio sobre mi cuerpo. Entonces, el mejor orgasmo que tuve en mi vida me invadió. Eyaculé como nunca antes en mi vida, fueron chorros y chorros de semen. Mi cara se disolvió.
    
    Cuando todo finalizó, Anen se fue a buscar unas toallitas y cuando volvió me dijo: "Te voy a limpiar, bebote". Pasó una de las toallitas por toda la extensión de mi miembro, un poco de mi panza, mis piernas y con otra se limpió las manos. Se sentó conmigo al pie de la cama.
    
    –¿A que nunca habías experimentado algo así?
    
    –Jamás... Ni cuando me masturbaba sólo en mi habitación.
    
    –Estoy re curtida en esto.
    
    –Nada más alejado de la realidad. Sos la mejor. Por cierto, ¿dónde aprendiste a hacer... eso?
    
    Se rio y me dijo:
    
    –Años de experiencia.
    
    –Me refiero a mirarme de esa manera.
    
    –Te dije que no me conocías, ahora si me conocés del todo.
    
    –¿En serio?
    
    –Ni de puta broma. Por cierto, nunca vi tanta leche en mi vida. Buen tamaño el que adoptaste hoy, la vi más larga que otras veces.
    
    Solté una risita nerviosa y después me puse triste.
    
    –Eu, ¿qué pasa?, me preguntó.
    
    –¿Yo qué sé? No sé ni lo que me pasa. A veces me siento como una basura, no es este el caso. Tengo tantas cosas materiales y he perdido tantos amigos por pelotudeces.
    
    –Sí, me contaste lo de Colman.
    
    –Ese es un ejemplo de los muchos que tengo para contar. He pasado tanta mierda, y cuando toda la ...