La segunda vez que fui suya
Fecha: 03/07/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AllieNowak, Fuente: CuentoRelatos
... velocidad; no pasó mucho tiempo para comenzar a quejarme de placer, para comenzar a gemir, mientras me lo hacía, rápido, me decía al oído, "té gusta ser mi puta?» y yo le respondía «Si, si me gusta» me decía, «te cojo mejor que tu novio?» yo le decía, «si, mucho, mucho mejor» Sin duda, el hacerme recordar, que estaba engañando a mi pareja, me excitaba muchísimo más, y no quería que terminara, la idea de estar haciendo algo prohibido, simplemente me excitaba muchísimo.
Finalmente, me dijo que quería hacerme terminar, me hincó sobre la cama y me puso de perrito, me dijo, abre las piernas, de modo que las nalgas se abran solas y pon tu espalda recta. Sé muy bien cómo hacerlo, y lo hice y así comenzó a darme de perrito, a un ritmo, más o menos rápido, hasta que finalmente tomó un ritmo que duraría por lo menos 10 minutos, un ritmo donde podía estar por horas supongo, pues, lo hacía sin cansarse, por supuesto el placer hizo que comenzara a gemir, y el en todo momento me decía «Allie, eres una perra en la cama» «te estoy haciendo bien puta Allie» «Te gusta ser una puta?» yo respondía «si, mucho» me decía «no importa lo que hagas, ya eres mi puta» todas esas palabras corrían en mi cabeza, tan fuerte que comencé a sentir que estaba llegando mi orgasmo y comencé a gritar y gemir fuertísimo, pero en ningún momento disminuyó ese ritmo y comencé a moverme hacia atrás y adelante porque ya estaba teniendo un orgasmo fuertísimo, mientras en todo momento, se escuchaba como golpeaban ...
... mis nalgas con sus piernas, él me decía «muévete más puta, muévete más duro, no pares» hasta que ya no pude mas y dejé de moverme, fue entonces cuando el aumentó el ritmo y me lo empezó a hacer durísimo, en verdad, jamás me habían hecho gritar tanto de placer y él lo logró sin ningún problema.
Al haber hecho que yo tuviera mi orgasmo, me dijo que quería terminar ahora él, me pidió permiso de hacérmelo por atrás y terminar dentro de mí, y acepté sin dudarlo pues, ya sería la segunda vez que se viene dentro de mí, pero por atrás, ni siquiera mi pareja me hacía eso, y mi amigo lo estaba haciendo con todo el derecho del mundo.
Mientras me lo hacía suavemente pero firme y profundo, me decía que esas nalgas no eran para un sólo hombre, que sin problema podían con dos hombres al mismo tiempo. Lo extraño es que, no me incomodaba en lo absoluto que me lo dijera, al contrario, me sentía muy deseada y eso me gustaba, poco fue el tiempo que me lo hizo cuando comenzó a venirse nuevamente entro de mí, hasta parar el ritmo y simplemente hacerlo lentamente y suave; sin duda, fue un placer inimaginable, y me encantaba saber que yo le provoqué un orgasmo intenso a un hombre como él.
Como de costumbre, volvimos a nuestra realidad, nos cambiamos y se fue.
Ésta vez, me había dejado sumamente relajada, con muchas cosas en mi cabeza dando vueltas; con nuevas ideas que jamás creí tomarle importancia, pero que ahora estaba considerando.
Sin duda, mi compañero era un hombre realmente ...