1. Mi hermano, mi madre y yo


    Fecha: 22/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola a todos. Me llamo Marina, tengo 25 años y lo que paso a relataros a continuación fue una experiencia vivida hace un par de años. En concreto lo que ocurrió entre mi hermano y yo. Me arrepiento muchísimo pues no hemos sido nunca en casa de actuar de esa manera ni hemos sido una familia de pervertidos ni nada por el estilo (alguien lo podría pensar) pero en aquel momento la situación se desmadró fruto de la desgracia y la necesidad.
    
    Mi hermano, sufrió un accidente de moto. Dicho trasto fue regalo de mi padre que al separarse de mi madre siempre hizo lo posible por fastidiarla y, claro está, mi madre se oponía de forma rotunda a semejante regalo pues anteriormente se lo había negado constantemente. Entonces mi hermano contaba con 20 y yo tenía 23. Siempre ha sido un chaval muy guapo y atractivo al que no le han faltado novias y rolletes. A lo que voy.. Mi hermano se estampó tras derraparle la motocicleta y sufrió graves heridas en espalda, brazos y abdomen pues salió disparado y chocó con todo su cuerpo contra otros coches. Las heridas eran de gravedad y así lo confirmaron los doctores que lo atendieron. Aparte de los politraumatismos óseos, se añadió la pérdida de conocimiento y su estancia durante 20 días en cuidados intensivos hasta que lo estabilizaron para llevarlo a planta.
    
    Hasta aquí todo era normal. Teníamos ganas de llevarlo a casa pues deseábamos cuidarlo y parece como que mejor que nosotros no lo podía hacer nadie. Una vez instalado en casa, desalojamos su ...
    ... dormitorio de trastos para poder tener las cosas más a mano: Productos de higiene, pomadas, medicación, etc.. Llevaba un corsé en el tronco de cuerpo para inmovilizar su tórax y espalda y escayolas en ambos brazos, la de un lado ocupaba hasta la zona del hombro pues durante la intervención le insertaron varios tornillos y placas. Uno de sus hombros estaba hecho polvo, así que le restaba aún varias semanas para que se los retirasen todo: Escayolas y clavos.
    
    Fue mi madre la que se encargó durante una excedencia que solicitó al trabajo de un mes de los cuidados de mi hermano. Entraba cada mañana, le ayudaba a incorporarlo y le realizaba la higiene personal así como adecentarle la habitación. Luego yo marchaba al trabajo pues mientras me encargaba de preparar el desayuno para los tres. Así llegaron al poco mis vacaciones pero mi madre debió incorporarse a su trabajo. Un mes de excedencia suponía un mes sin sueldo y aquellos dos meses anteriores donde sólo entró mi sueldo en casa estaban pasando factura, por lo que no quedó más remedio que se fuese a trabajar. Eso sí, antes me explicó lo que debía hacer y qué tareas eran de más importancia.
    
    Como es lógico, la intimidad no me la contó y fue muy brusco el encontrarte de sopetón con aquel problema. Mi madre se había marchado aquella primera mañana y organicé el desayuno para luego dirigirme hacia su habitación. Ya estaba despierto y había oído marchar a mi madre. Lo incorporé, lo llevé hasta el baño. Al instante lo noté tenso. ...
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