Mi hermana mi ama (XI) - Relatos Eróticos

Mi hermana mi ama (XI)

... mirada y poniéndose colorada, muy colorada), en el gimnasio, por imprudente, un día que no había casi nadie, entre en el vestuario, y sentí a alguien gimiendo, tratando de contenerse, y la curiosidad me hizo asomarme, y vi a la limpiadora de los servicios y de los vestuarios de las mujeres, una mujer, gorda a no poder más, y con 60 años, apoyada con la espalda en la pared, y a una jovencita, muy jovencita de rodillas, sin desnudar, aun con las mayas puestas, comiéndole el coño a la vieja, a esta tampoco se le veía nada, solo la bata abierta, y eso me excito, tanto que no pude de apartar la vista de ellas, y vi cómo se corrió la vieja en la jovencita, y como agarrándola del pelo se meo en ella, llamándola de todo, y cuando termino, solo le dijo que la quería alli al día siguiente.

Yo totalmente excitada me retire, jamás había visto nada asi, pero solo sé que el tanga y las mayas las tenía empapadas, pero me retire, y pensado que no me había visto, me espere fuera del vestuario, hasta que vi salir a la jovencita, sin cambiarse, solo con su bolsa, y totalmente roja.

Asi que entre como si no hubiese pasado nada, y vi como la vieja gorda, estaba limpiando los vestuarios, asi que me desnude y saludándola pase a su lado y me metí en las duchas, y no sé porque, pero me fui a la misma donde las había visto y empecé a ducharme, y creyendo que estaba segura, que no me había visto, empecé a enjabonarme, pero metiéndome los dedos en mi coño, necesitaba correrme, tenía los ojos ...

... cerrados, por lo que no me di cuenta hasta que cogiéndome del pelo, me hizo abrir los ojos, y alli la tenía, pero la vieja no me dio tiempo a más, y lo que vi en sus manos aun me asusto más, porque llevaba mi tanga, y se lo acerco a su nariz.

Solo me dijo que si me había gustado lo que había visto, aunque también me dijo que viendo mi tanga, tampoco necesitaba respuesta.

Me escupió en la cara y sin importarle que yo estuviera enjabonada y que la bata se le mojara, me cogió del pelo y solo me dijo “come putilla”, pero cuando empecé, me separo y llamándome de todo, me dijo que se notaba que era la primera vez que lo comía, pero no la última, estoy lo decía riendo, y me volvió a meter el coño, un coño sucio y lleno de pelos en la boca, y me fue indicando que hacer, y aunque muchas veces me he preguntado el cómo, me corrí cuando sentí que ella lo hacía.

Y bueno a partir de ese día, a la joven y a mi nos usaba cuando quería, y creo que no éramos las únicas, porque más de una vez hemos sentido a alguna mujer más en el vestuario, y solo sentíamos a la vieja decir, que esperara.

Pero lo que más le gustaba a la vieja era usarnos de wáter, porque más de una vez estando en pleno ejercicio nos miraba a una o a otra y nos llevaba al cuartillo donde se cambiaba, y nos meaba, y luego nos hacía limpiarla.

Pero lo que más me cabreaba, era que lo deseaba, hasta que lo asumí, y más de una vez quise quedar con ella en mi casa, servirla, pero ella siempre se negó, siempre me humillaba ...