Como me declaro a mi amada Carlota
Fecha: 13/07/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... hacer con cualquiera ni sin sentimientos de por medio. Es algo que implica mucho más que placer. Las personas no somos objetos. Si se hiciera más el amor y se «follara» menos este mundo sería un mejor lugar para vivir, eso te lo aseguro. Eres la mejor persona que he conocido y lo mejor que me ha sucedido en esta dura vida, Clara. Eres un ser de luz. Te amo. Mucho, mucho, mucho.
Mientras me dice eso, su mirada vuelve a hacer más visible ese aire triste y melancólico que tanto la caracteriza y sus ojos empiezan a derramar lágrimas.
–A medida que te fui conociendo me fuiste gustando más y más de lo que ya me gustabas a primera vista, Carlota. Contigo he descubierto lo que es realmente enamorarse y llegar a amar una persona. El enamoramiento, el amor... No es cosa de dos días como nos pretenden hacer creer confundiendo atracción con amor, lleva su tiempo. Contigo me siento mucho más libre de ser yo, también, al igual que tú conmigo, más feliz, menos sola... En otra dimensión. Siento que ...
... juntas podemos crear nuestro propio mundo, a la vez que luchar para hacer de este mundo bastante cruel un mejor lugar donde vivir, sobre todo para las personas como nosotras. Es muy difícil que dos personas con maneras de ser y carácteres tan similares coincidan en esta vida. Y aún menos cuando se trata de personalidades tan particulares como las nuestras. Las sensaciones sin sentimientos no son más que algo vacío, meramente material. El placer sin amor, sin compromiso y sin conocer bien a la otra persona no es más que un acto vacío y hasta sucio y objetivizante. Lo que hemos hecho hoy es una manera de demostrarnos lo que sentimos la una por la otra. Sentimientos, sensaciones... Es indescriptible lo que he llegado a sentir. Eres un ángel caído del cielo, Carlota. Eres la mujer de mis sueños. Más bien eres incluso más que lo que siempre he soñado. Te amo como nunca he amado a alguien.
Entonces, las dos nos abrazamos mientras lloramos de la emoción.
Y las dos acabamos durmiéndonos abrazadas.