1. Como me declaro a mi amada Carlota


    Fecha: 13/07/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Relájate...
    
    Entonces, cojo un taburete de los que hay en su cocina y me subo a éste para poder llegar a ella. Le acaricio su hermosa cabellera larga, le beso con delicadeza y a la vez apasionadamente las mejillas, los labios, sigo por el cuello, los hombros... Ufffff... Como he dicho, Carlota es una de esas personas que tienen casi siempre la piel caliente, pero ahora, más que nunca antes, su blanca piel arde, algo que se nota en el intenso rubor que experimenta. Sus pechos, esas hermosas ubres... Empiezo a tocárselas, amasárselas y besárselas como si no hubiera un mañana. Empiezo a recorrérselas con mis manos y mi boca por encima de la camisa de tirantes y el sujetador, lenta y suavemente, y poco a poco le voy decantando la parte alta de la camisa y el sujetador, hasta que mis manos y mi boca las recorren piel con piel hasta llegar directamente a sus carnosos pezones. Ufffff... Cuanta abundancia. Mientras mi boca va pasando por esas ubres, puedo ver como se le marcan las venas y notar la aspereza de las marcas de acné que también ha tenido y a épocas tiene por esta zona del cuerpo. Estas imperfecciones suyas aún me excitan más. No tiene unos pechos según la sociedad «perfectos», incluso un poco caídos, aunque a mis ojos sí, y eso es lo más importante. Carlota gime cada vez con más intensidad. Pasados unos minutos, voy bajando lentamente del taburete y empiezo a pasar mi boca y mis delicadas manos con dedos de pianista por su enorme y fornido cuerpo, acariciando su gran ...
    ... y fuerte abdomen y barriga por encima de su camisa blanca de tirantes. La abrazo fuertemente. Uffff... Vaya armario empotrado de mujer. Como amo abrazarla. Me hace sentir muy protegida. Seguidamente, empiezo a agacharme lentamente y procedo a besar su gran abdomen. Mis besos siguen bajando por su barriga, su vientre... Hasta ya tener que agacharme y llegar donde quiero llegar, pero no sin antes acariciar y besar sus grandes y abundantes muslos y sus largas y fornidas piernas y de besar sus grandes y bonitos pies con las chanclas negras de cuero y plataforma que la hacen verse tan tremendamente sensual. Una vez termino, me vuelvo a concentrar donde me quiero concentrar y estando agachada, vuelvo a subir la cabeza... Me fijo en sus braguitas... En su excitación traspasándolas. Se me hace la boca agua... Entonces, le bajo lentamente las braguitas, la abrazo por las piernas con mis delicadas manos recorriendo sus caderas y sus nalgas a base de caricias y apretando bien mis endurecidos pechos contra sus grandes muslos y mi boca empieza a recorrer su parte íntima, completamente depilada. Ella empieza a suspirar de placer con cada vez más intensidad. Mientras tanto, va acariciándome el cabello y de vez en cuando bajando la cabeza para darme algún beso. Su gran clítoris, sus abundantes y calientes fluidos... Lo que siento mientras mi boca recorre esta parte de ella no se puede describir con palabras. A medida que voy dándole placer, ella suspira más y se mueve más sensualmente y con ...