Cita fallida termina en cogida brutal
Fecha: 13/07/2024,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Slutty04, Fuente: CuentoRelatos
Karina era una chica común de pueblo que estaba estudiando en la gran ciudad. 21 años, blanquita, buenas tetas, linda cintura y un culo grande y firme. Sus brazos tatuados, el cabello castaño y ondulado, 1.63 de estatura y labios carnosos; hacían que sea una mujer muy atractiva para cualquiera, pero ella no se sentía atraída por cualquiera.
Sus padres la habían mandado a estudiar porque tenía el sueño de convertirse en médica y entonces no podía trabajar para solventarse, por suerte eso nunca fue un problema; ya que sus padres tenían el dinero suficiente como para alquilarle un departamento y enviarle dinero para sus gastos. Además, ella retribuía eso con buenas calificaciones y siendo una niña aplicada —o al menos eso ellos pensaban.
Es que por más niña buena que una sea, igual es inevitable sentir deseos sexuales. Pero ella creía que podía contrarrestar el estrés del estudio con largas noches de porno y juguetes sexuales. Sí, eran un alivio; pero más temprano que tarde, terminaría necesitando algo de carne entre sus piernas para satisfacer sus deseos.
Fantaseaba con volver a comerse una buena pija bien dura y venosa, con que la agarren con fuerza y la empotren sin pudor alguno. Hacía mucho tiempo que no sentía el placer de un orgasmo provocado por alguien que no sea ella misma o alguno de sus juguetitos.
El problema era que los chicos que conocía no cumplían con sus expectativas, y ella no iba a dejarse llevar por cualquiera. Así que se descargó una app de ...
... citas y empezó a buscar a su presa.
Cuando ya se estaba por dar por vencida, se encontró con un chico que le pareció muy atractivo. Se llamaba Axel, tenía 23. De esos flaquitos con los músculos marcados, piel blanca, rubito y con el cabello desordenado. Se veía sexy, ella quería probarlo.
Hicieron "match" y tras unos días de charla, quedaron de verse el martes en un bar cerca del departamento de ella. Era perfecto, ya que esa tarde Karina había tenido un examen muy difícil para el cual se preparó por semanas y por fin lo logró dar.
Ella buscaba saciar su hambre de sexo y liberar el estrés con uno de los pocos muchachos que cumplía con sus expectativas. Se imaginó como sería el momento, se ilusionó con que tenga una de esas vengas bien grande, de las que duelen pero se gozan.
Imaginable la decepción que se llevó cuando, tras una charla de al menos media hora en el bar, se dio cuenta que Axel era el típico pendejo pelotudo e inmaduro que se cree el más groso de todos. Toda la charla se enfocaba en él y sus gustos estúpidos. Ella se limitó a tomar y cuando él propuso ir a "un lugar más tranquilo", ella le dijo que no y que le deje la cuenta, que se veían otro día. Él no insistió y se fue.
Allí quedó ella, pensando que terminaría siendo otra noche de autosatisfacción y soledad, perdiendo la esperanza de encontrar un macho que la reviente como lo deseaba... pero luego, ocurrió una suerte de milagro de los dioses del sexo.
El mozo que la atendía le preguntó si quería ...