1. Diario de Eva (Episodio II): Bajo la falda


    Fecha: 18/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos

    ... querer hacer cosas, de necesitar explotar de puro ardor, era increíble. No la había probado antes, pero sin duda me encontraba en las nubes y, cuando me separé un poco de la pista de baile, para respirar algo mejor y más fresco, allá en el patio interior trasero de la vivienda, Viktor había ido tras de mí, quizás para saber si me encontraba bien, o tal vez creyendo que podría conquistar mi corazón con sus caramelitos de colores.
    
    Me apoyé en uno de los tabiques que me permitían algo de intimidad, un punto ciego al resto de la sala, junto al cuarto de herramientas. Nunca me ha gustado que los demás sean testigos de mis melopeas. Pero Viktor estaba ahí. En efecto. Oí decir a alguien entre la concurrencia que su apodo era “El Rumano”, y vaya si se parecía a uno. Era un personaje esquivo, transmitía ese estilo cultural represivo y evasivo a la vez. Parecía estar siempre a la defensiva, y mostraba claramente un complejo de superioridad bastante insultante. Su aspecto era el de un hombre de unos 30 y pocos, piel clara, ojos negros y cabellos azabache. Era de esos que, recién afeitados, aún mostraban una enorme mancha negra por toda la cara, como si fuera tarea imposible eliminar tanta barba. Era un tío bien plantado, eso sí. Un atractivo animal que quizás soslayaría en la calle, pero que teniéndolo delante, bebida y drogada, podía despertar cierto arrebato.
    
    No dudó en acercarse a mí, situándose delante, poseyendo mi propio espacio físico al apoyar una de sus manos en la ...
    ... pared, por encima de mi hombro.
    
    -Eva, ¿verdad? Eres guapísima…
    
    -Gra… gracias pero tío, ¿podrías darme aire?
    
    -Claro, perdona. ¿Te encuentras bien?
    
    -Estoy algo colocada… esa pastilla tuya…
    
    -¿A que es una pasada?
    
    -Sí…
    
    De repente sentí cómo la mano de Viktor se deslizaba sutilmente sobre mi muslo por encima de la rodilla. El cabrón había metido la mano bajo mi falda creyendo que sería lo más inteligente. Pensé inmediatamente en abofetearle y empujarlo hacia atrás, pero gracias al puto éxtasis mi maldito nivel de excitación era demasiado alto para detenerlo. Me hice la sorprendida, y le transmití cierta incomodidad.
    
    -¿Qué estás haciendo?
    
    -Solo te acaricio… dime que lo deje.
    
    Ni de coña iba a decirle eso. En cambio, cerré los ojos un momento y confirmé que esa mano estaba ya acariciando la tela de mis bragas, básicamente en la zona de la ingle, y no parecía que hubiera intención de parar. Por supuesto, Viktor se regodeó como pudo.
    
    -Estás súper cachonda…
    
    Mientras él me susurraba con voz firme y talante infalible, yo solo podía responderle entre gemidos sordos y sollozos discretos. Sobre todo cuando abarcó con toda la mano la parte externa de las bragas que me cubrían el pubis. Comenzó a acariciar la tela con la presión suficiente para que mi clítoris notara enseguida la violencia de aquellos movimientos. Mi excitación iba en aumento, y la retórica de Viktor no ayudaba.
    
    -Apuesto a que debes estar empapada…
    
    Sin duda, la frase le sirvió de ...