1. Historia de Lu: El amor y los amantes


    Fecha: 19/07/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: The Magician, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuidado en su labios menores y en clítoris, el cual apretó despacio provocando un espasmo el acompañado de un largo y delicioso gemido. Lu continuó bajando hasta que sus labios se encontraron sus pechos, que sin ser exuberantes eran altamente sensibles. Mordió y chupo sus pezones, causando que la joven se retorcida de placer hasta llegar a un orgasmo que la hizo arquearse como una poseída.
    
    — ¿Qué es lo que le haces, Lu? —Preguntó el licenciado—, por mas que se las chupo, conmigo nunca se retuerce de ese modo.
    
    — Te juro que no eres tú, bebé —respondió Gema con dificultad— es que ella tiene un no sé qué, que me pone así.
    
    — Yo le llamo conexión femenina —respondió Lu mientras acariciaba con el dedo las oscuras aureolas de Gema— ya que amabas somos bien fogosas, conectamos de un modo particular.
    
    — Pues sea como sea, me encanta que las dos sean tan calientes, porque solo ustedes pueden ponerme de esta manera —contesto el licenciado, el cual volvía a estar tan firme y listo para continuar.
    
    — Métemela por detrás, corazón —dijo Gema, poniéndose en cuatro y levantando el trasero —, necesito agradecerle a Lu la rica chupada que le dio a mis tetas.
    
    Gema le guiño el ojo y mientras su esposo se colocaba tras de ella, Lu abrió sus piernas mostrándole su coño empapado de néctar y listo para ser complacido.
    
    Como no estaba permitido en el lobby del hotel, Benjamín tuvo que salir al estacionamiento para poder fumar un poco. Su novia Esther le había regalado cigarrillo ...
    ... electrónico y aunque no se comparaba en sabor con unos Camel o unos Malboro, no se le ocurría ni en sueños desairarla, así que decidió comprarse varios cartuchos recargables, de distintos sabores para mantener su controlada su necesidad de nicotina.
    
    Al llegar al estacionamiento, Benjamin vio cómo una mujer enfundada en una gabardina color marrón se bajaba de su coche, llevando consigo una enorme maleta de gimnasio. Se hizo a un lado para dejarla pasar regalándole a su vez una sonrisa coqueta, muy parecida a las que solía usar con cuando él y Ester se reconciliaban luego de una pelea.
    
    Mientras inhalaba el suave vapor del dispositivo, vio desfilar al menos una decena de damas, algunas igual de bellas y exuberantes que su jefa, algunas con un aspecto mas sobrio aunque igualmente provocador, como su novia o la señora Gema. Un par de ellas incluso se le acercaron preguntándole si esperaba a alguien, pero el de inmediato les respondía que se encontraba trabajando.
    
    — Que lastima —le dijo una de ellas— Igual si te desocupas, estaré en el cuarto 307.
    
    Benjamin agradeció la invitación y con un disimulado “quizás” dejo que la mujer siguiera su camino. Saco entonces su teléfono y rápidamente empezó a escribir un mensaje que tenía pendiente.
    
    Ya casi estoy por terminar, chivita.
    
    La Lic. está atendiendo a unos clientes pero en cuanto termine la llevo a su casa y me regreso.
    
    ¿Quieres que lleve algo para cenar?
    
    Luego de pulsar enviar se fijó en la hora. Las tres horas que ...
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