1. [M23] [M22] Me lleve a dos primas al motel


    Fecha: 22/07/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Ella no dijo nada. La acomodé mejor, la tomé con fuerza y empecé a meter mi verga, primero entró la cabecita y le pregunté que si le dolía, dijo que un poco. La saqué, más saliva y volví a intentar, esta vez entro un poco más y yo ya no aguantaba, quería meter toda con fuerza pero aún tenía control y empujé despacio. Luego, ella soltó un grito y dijo que le dolía así que no seguí.
    
    Me volví a acostar a su lado y le dije que me daría un baño, pues no podía metérsela otra vez en la vagina así. Me metí a bañar, salí y entró ella también. Mientras se bañaba, le mandé un mensaje a Vero preguntando si todo bien. Ella contestó que si, con una carita sonriente...
    
    Karla salió del baño, se acostó conmigo y empezamos otra vez, pero esta vez ella se subió en mi y se sentó en mi verga. Como no era muy hábil fui yo quien la bombeaba. Luego la tomé de la cintura y le indiqué que se pusiera en cuatro. Con ese culito hermoso frente a mi, empecé a darle muy duro y ella seguía aguantándose las ganas de gemir. Le dije que gimiera, que Vero no escuchaba y ella se soltó.
    
    Sus gemidos me calentaron más y por consecuencia le daba más duro, aparte la posibilidad de ...
    ... que Vero entrara por esa puerta y se nos uniera me calentaba aun más. Sobra decir que mi prima también está bien buena, pero esa es otra historia que les contaré después...
    
    Con mi verga hasta el fondo de Karla y mis manos en su cintura de adolescente jalándola hacía mi no pude más y me vine en su espalda sacando un chorro inmenso de leche. Se acostó boca abajo mientras yo iba por papel al baño para limpiarla. Con mi verga aún goteando le dije que si quería probarla y ella comenzó a chuparla y quedarse con el resto de mi leche. Aunque era excitante, mi miembro ya estaba muy sensible y no pude continuar...
    
    Nos vestimos, salimos y vi como Vero solo tenía una sonrisa de complice y Karla, bueno, una sonrisa también nerviosa pero ya qué, ya la habían escuchado gemir...
    
    Nos fuimos a hacer las compras, volvimos a casa como si nada y las vacaciones siguieron normal y de vez en cuando cuando todos se descuidaban Karla y yo nos besábamos y mis manos iban directo a sus nalgas...
    
    Hasta la fecha nos seguimos escribiendo e intercambiando fotos, recordando ese día. Ella insiste en que vaya a la CDMX a visitarla... claro que iré y sé que valdrá la pena. 
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