1. Tanga de chico


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Gays Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... verdad?
    
    - ¡Pues claro!
    
    Se bajó un poco el pantalón y tiró de la cinturilla de la prenda. Solo una gomita negra francamente estrecha. No sabia como algo tan fino podía sujetar nada. Evidentemente debajo solo se veía su piel bronceada. Me pareció que tomaba el sol desnudo.
    
    - Me gusta.
    
    Le dije sonriendo, dejando en el aire lo que me gustaba en concreto. Pero me quedé pensativo. Ya era un coqueteo descarado.
    
    - Me has dejado intrigado, con las ganas de ver mas.
    
    Le sonreí.
    
    - ¿De verdad te gustaría verlo todo?
    
    - Claro, ver como te sienta. Eso me animaría mucho para comprame algunos y usarlos yo.
    
    - Vaya que exigente.
    
    Aunque no parecía molesto y también sonreía pícaro.
    
    - Hagamos un trato, yo te enseño como me queda a mí y tu te lo pruebas delante de mí.
    
    - Me parece perfecto.
    
    Le contesté.
    
    - Pero necesitamos algo de intimidad.
    
    - No te preocupes, ahora mismo echo el cierre, al fin y al cabo no espero a nadie mas. Vista la hora.
    
    Al pasar a mi lado ya no esperé mas, le cogí de la cintura y lo besé en la boca. Mordisqueando sus labios con los míos con suavidad. Respondió sin dudar, abriendo la suya y dándome la lengua. Agarrando mi culo como si fuera ya suyo.
    
    Le dejé llegar hasta la puerta. Lo esperaba a la vuelta, agarrándome de la mano me llevó hasta los probadores equipados con una gruesa y cómoda moqueta. Aunque no olvidó coger un par de tangas y otro par de suspensorios por el camino. Creo que eligió adrede los más pequeños y ...
    ... sexis.
    
    Mario es un vendedor nato, ademas de venderlos quería vérmelos puestos. Ver mi cuerpo desnudo con la mínima prenda, y yo esperaba que no solo eso. No pensaba hacer nada hasta no haberme lucido delante de él. Me estaba gustando ese juego.
    
    Me metí en el probador pero no le dejé entrar, le dije:
    
    - Solo mírame y dime que tal me queda.
    
    Con la cortina abierta me fui desnudando despacio luciendo mi piel morena. Sacándome la camiseta y los pantalones cortos. Durante un momento, para provocarlo más, me dejé el ajustado bóxer que llevaba ese día y veía como él se relamía los labios mirándome.
    
    Mi polla a esas alturas ya muy dura se marcaba perfectamente en la lycra. Torcida hacia la izquierda y los huevos debajo. Sin mas esperas lo bajé y me lo saqué del todo quedando en bolas.
    
    El rabo depilado y suave saltando cada vez mas duro. Así era difícil calzarme uno de aquellos mínimos tangas pero eso no me impidió intentarlo.
    
    El que me había dado era negro, con la tela justa y apenas una goma de dos centimetres de ancha rodeando mi cintura. Lo subí despacio por mis muslos recreándome. Abrí mis nalgas para colocar la tira posterior y luego intenté colocar mi pene duro en la poca tela que debía contenerlo.
    
    - Me encanta como te queda. Es precioso y no me refiero al tanga.
    
    - Si, creo que tengo algún problema para colocarlo todo.
    
    Fue entonces cuando lo llamé solo con un gesto de la mano y como había hecho yo, se acercó despacio tirando de su camiseta. Y descubriendo su ...
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