1. Tanga de chico


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Gays Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... pecho lampiño, de piel clara, con unos pezones pequeños rosados pero que parecían muy duros y erizados.
    
    - Así va a ser todavía más difícil que me entre. Le dije con cara de lascivia.
    
    - Creo que puedo ayudarte con eso.
    
    Nos besamos con furia y apresé su cuerpo fibroso entre mis brazos. Su lengua entre mis labios y mis manos apretando su culo firme.
    
    Le bajé el vaquero para ver por fin el tanga que él usaba, aún mas pequeño que el que yo tenia puesto. Era azul, con brillos, apenas un triángulo de tela sujeto con dos cordones negros. Y que desde luego ya no ocultaba ni la mitad de un rabo precioso, fino, cabezón, con las venas marcadas. Y perfectamente depilado.
    
    - Esto también parece muy duro.
    
    De inmediato lo agarré y metí la mano por dentro del tanga buscando sus huevos. Eso era lo único que el pequeño trozo de tela tapaba. Con su escroto colgando, suave y depilado.
    
    Su primer gemido resonó en mi cuello, junto a mi oreja que en ese momento él lamía. En la suya dejé caer:
    
    - Estoy deseando sacártelo, al tanga me refiero.
    
    - Seguro que quieres más que este trapo. Por cómo la agarras.
    
    Él tiró del mío dejándolo resbalar por mis muslos y agarrando también mi polla, la acarició con suavidad.
    
    Empezó a bajar lamiendo y besando mi piel, mis pezones, las axilas, mi pecho, el ombligo. Cuando se metió mi polla en la boca el que soltó un gemido gutural fui yo. Le daba largas lamidas a mi tronco, de abajo arriba lentamente.
    
    Pasaba toda la lengua por mi piel ...
    ... hasta meterse el glande en la boca. También los huevos chupandolos como caramelos o haciéndome levantar un muslo. Apoyando el pie en un taburete para pasar por el perineo entre mis piernas pasando hacia mi culo.
    
    - Esto está muy sabroso.
    
    - Rico lo que me estás haciendo tú.
    
    En cuanto noté sus fuertes manos abriéndome las nalgas supe lo que seguía, su lengua clavándose en mi ano acariciándome hasta lo mas dentro que podía.
    
    Abrí las piernas lo más que pude para que pudiera lamerlo cómodamente y me fui inclinando. Me tenía muy burro, muy caliente y mientras seguía hurgándome el culo con la lengua.
    
    No había soltado mi polla o mis huevos con su mano. Me estaba sobando y dando saliva cantidad y se había sentado en el suelo con su pene bien duro apuntando al techo.
    
    - ¿Me dejas?
    
    - Como pares ahora me jodes.
    
    - Eso es exactamente lo qué pretendo, después de que me jodas tú a mí.
    
    Yo inclinado, lo alcanzaba con la mano y también le echaba de mi saliva en su glande, dejándola caer desde mi boca. Así, no tenía mas que doblar las rodillas y clavarme yo mismo su estupenda polla, despacio, dilatando mi ano súper excitado con su rabo.
    
    Él me sostenía por las nalgas, no dejando que cayera demasiado deprisa y nos hiciéramos daño. Me lo fui tragando centímetro a centímetro hasta que apoyé el culo en sus muslos y mis huevos se rozaban con los suyos.
    
    Se me escapó un gemido de gusto y empecé a moverme arriba y abajo despacio al principio sintiendo toda la longitud de su ...