1. Sin gas en el puti


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... he entrado a llamar.
    
    - Me alegro, me dijo, hoy lo ves en una noche tranquila aunque de normal esta lleno de babosos.
    
    Apoyó una mano en mi muslo.
    
    - Esto no es una buena vida.
    
    Mirándome a los ojos. Le acaricié suave la dulce carita. Rocé el filo de su mandíbula con dos de mis dedos casi llegando a sus perfilados labios. Le pregunté:
    
    - ¿Por que lo haces? Entonces.
    
    - Dinero claro. Aunque le he cogido tanto asco a los tíos que me gustan las chicas. Su mano había pasado a mi cintura y con los rojos labios me besó suave.
    
    - Vamos fuera. Tengo curiosidad.
    
    Una rubia había tomado el lugar de la morenaza en recepción y esta nos esperaba en la barra. Ya me había pedido un refresco.
    
    - Aquí el alcohol es muy malo. Sólo hay garrafón.
    
    Además de una Coca-Cola para la chica que me acompañaba. Sentadas en los taburetes en un discreto rincón.
    
    - Nosotras te hemos visto primero, aunque hay más a las que les gustaría echarte mano. Y no te digo donde te pondrían esa mano.
    
    La chica del baño llevaba un mínimo top con la espalda descubierta y una falda tan corta que sobre el terciopelo de la banqueta veía su muslo al completo y buena parte de su nalga.
    
    Al otro lado justo bajo mi barbilla el escote de la recepcionista me dejaba muy poco a la imaginación. La tela apenas llegaba a cubrir las areola de sus pezones rosados. Rozaba su brazo desnudo con el mío y jugueteaba con la áspera tela de mi vaquero.
    
    Nunca habría pensado que terminaría el día durmiendo ...
    ... ¿follando? con dos putas pero la idea empezaba a atraerme. Me contaron anécdotas mientras flirteaban conmigo.
    
    Yo también les conté algunas de mis más morbosas aventuras. Hablándome al oído rozando con sus labios mi oreja. No eran nada cortadas.
    
    Nuria la recepcionista me propuso que nos fuéramos las tres a una habitación de la que había cogido la llave. Cogiendo la mano de Sara y girando la cabeza lo justo para besarle suavemente le dije:
    
    - Lo estoy deseando, os estoy deseando.
    
    Me guiaron hasta un dormitorio normal de hotel sin demasiadas extravagancias. Ni se molestaron en poner en la tele uno de los canales porno del cable que tenia reservado el local. La película la íbamos a protagonizar nosotras.
    
    Se limitaron a emparedarme entre las dos en cuanto cerramos la puerta y mientras Nuria besaba mi boca con furia, notaba en mi espalda los duros pechos de Sara y sus labios en mis hombros. Entre las dos me sacaron la fina camiseta de tirantes que cubría mis pechos bronceados.
    
    Nuria se agachó de inmediato a comerlos y morder suave mis oscuros pezones. Sara no perdió el tiempo y desabrochó mis vaqueros bajándolos hasta los tobillos.
    
    Quitarme las sandalias y terminar de sacarme los pantalones fue cosa de un segundo. Me manejaban como una muñeca dejándome solo con el mínimo tanga sencillito de algodón.
    
    Mis manos tampoco estaban ociosas. Le había conseguido sacar el corsé de encaje a Nuria liberando sus enormes pechos y deslizando dos dedos en el interior de su húmeda ...