1. Juan y su juventud


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Gays Autor: RedMau, Fuente: CuentoRelatos

    ... maraña de pelo púbico grueso y negro.
    
    Con ambas manos le bajé el bóxer hasta que su pene grueso saltó liberado, era grueso en la base e iba decreciendo con una curva para abajo, hasta terminar con la cabeza pequeña y descubierta, con mi mano derecha se lo moví suavemente, como masturbándolo y empezó a lubricar. Con la otra mano le toqué una nalga, durita y caliente, pero rechazó mi mano, como buen "hétero" joven y me dijo
    
    "así no"
    
    Le besé el cuello y le dije
    
    "qué rico estás", él me miraba sorprendido
    
    Él con el dorso de su mano derecha tocó mi entrepierna dura como casualmente y sin querer. Con la misma mano me acarició después por sobre la ropa. Con la misma mano me quiso bajar el bóxer, pero yo lo hice y mi nene salió, moreno, y duro. Mi glande estaba grande y brillante, el bóxer mostraba algo de precum mojando el bóxer. Su pene era mas grande, ñero el mío más grueso y cabezón.
    
    Con mi mano agarré ambos penes, él comenzó a mover su pelvis de modo que su pene se movía entre mi mano y mi pene
    
    Nos masturbamos. Ahora yo a él, luego él a mi, luego yo ambos penes, ...
    ... luego él. Al fin me dice
    
    "Voy acabar".
    
    Me hice a un lado justo cuando su eyaculación salió disparada hacia adelante.
    
    Luego yo giré un poco y eyaculé también, pero mi leche era más espesa que él. Juan sacó otra escupida más, pero no llegó tan mejos como la primera. Yo seguía sacando leche que caía espesa.
    
    "Qué espeso tu semen"
    
    Le pasé un poco de papel higiénico y ambos nos limpiamos rápidamente. Sin embargo nuestra lechada quedó dispersa en el piso como un recuerdo de nuestra lujuria.
    
    "Vestite" le dije.
    
    Nos terminamos de cambiar rápidamente y en silencio. Salimos y al despedirnos me dice
    
    "Mañana verdad?"
    
    "Si, toca hombros y piernas" le dije.
    
    Sólo sonrió y luego me dijo…"
    
    Augusto hará piernas también" pero se puso serio y acercándose un poco más me dijo en voz baja y temblorosa
    
    "mirá, no soy gay",
    
    "claro que no" le dije sonriendo y me fui.
    
    Al llegar a casa me volví a masturbar. Juan también lo hizo, me lo confesó después.
    
    Ahora entiendo esa afición de muchos por los jovencitos y si, fue real, eso y lo demás que pasó después entre nosotros... 
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