1. El Oso me rompió el culo


    Fecha: 30/07/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... tanga nueva, de encaje “por las dudas” se de algo interesante, una micro mini, un top elastizado, que me marcaban a la perfección mis pechos, me pinte las uñas, me maquille bien y me puse perfume. En la cartera guarde el labial y el perfume. Puntualmente me pasaron a buscar las chicas.
    
    - Estás del infierno nena, que lomo tremendo que tenes. Dijo Pato.
    
    - Gracias, no es para tanto. Uds. también están estupendas.
    
    - Te digo que si me proponen un trio con vos, agarro viaje pendeja, estas muy fuerte. Dijo Nina guiñándome un ojo.
    
    - ¿Hablas en serio? Pregunte sorprendida.
    
    - Muy en serio… soy Bi.
    
    - Me mataste con eso… siempre tuve curiosidad, pero nunca me animé o nunca se dio… Dije.
    
    - Mmm, cuidado que Nina no jode. Lo sé por experiencia. Dijo Pato.
    
    - ¿Vos también? Pregunté.
    
    - Por supuesto. Hay que vivir la vida.
    
    - Pato, ¿Te imaginas nuestra fantasía, pero ahora sumando a Carla?
    
    - No seas desgraciada, que me mojo toda.
    
    - ¿Me cuentan? Pregunté.
    
    - Siempre jodemos de hacer un trio con el osito, las dos y Carlos. Dijo Nina.
    
    - Muy empalagoso… Dije.
    
    Llegamos al boliche y todo el grupo estaba en la puerta esperándonos. Por ser la nueva y por como estaba vestida, se quedaron mirándome cuando nos acercamos. Entre ellos Carlos, que estaba con un tremendo ambo y camisa sport.
    
    Entramos y nos ubicamos en un patio, aprovechando que era una noche cálida, juntando dos mesas. Las chicas me presentaron a los que no conocía, y nos pusimos a charlar. Al ...
    ... rato, empezaron a volar indirectas de todo tipo, tanto de chicos como de algunas chicas del grupo. Hasta que salió el tema de como nos gustaba el sexo. Cuando fui a hablar, todos se callaron.
    
    - No me gusta el sexo vainilla… es soso, tampoco me gustan los hombres empalagosos, hiper cuidadosos. Me gusta sentir a mi pareja.
    
    Nina y Pato se sonrieron y miraron a Carlos, que no hizo ningún gesto. Algunas de las chicas sonrieron como asintiendo y otras se horrorizaron.
    
    - Para hacer semejante afirmación debes tener una vasta experiencia. Me dijo Carlos con una sonrisa que no pude descifrar, si socarrona o sincera.
    
    - No es necesario tener mucha experiencia para saber lo que me gusta… EL helado de vainilla no me gusta, tampoco los juegos como el chinchón.
    
    - Entiendo. Dijo Carlos sin sacar su sonrisa del rostro.
    
    Un rato después estábamos todos bailando, con los chicos o entre las chicas. No pudo decir por qué, pero constantemente lo buscaba a Carlos con la mirada. Él ni bolilla me daba, estaba en la suya, bailando siempre con chicas.
    
    Cerca de las tres de la mañana, le dije a Nina de ir al baño. Dejamos de bailar, y fuimos las dos. Yo caminaba adelante y ella detrás. Entre al baño, y para mi sorpresa, una mano de hombre me tapo la boca con fuerza desde atrás, me apretó contra su cuerpo, y trabo la puerta del baño. Con una mano solamente, me levanto el top, trabando mis brazos sobre mi cabeza, y tapándome la cara al mismo tiempo. Grite, pero era imposible que me escuchen ...
«1234...»