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Recuerdos de hermanos
Fecha: 01/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Incesty, Fuente: CuentoRelatos
Gracias a todos lo que nos hacen el favor de leer y escuchar este relato. “Las preferencias sexuales que deseen llevar a cabo, procuren hacerlas en un ambiente de madurez tanto física como mental, sin afectar la voluntad de aquellas personas que estén o no de acuerdo con ustedes y ya sea que quieran o no participar en sus prácticas que por la índole de las mismas deben mantenerse lo más posible en absoluta secrecía” (Un gran consejo de mis amigas Juanita y Olga) “¡Cuán hermoso es nuestro amor, hermana mía, tus labios y tus pechos son cántaros de miel y tu lengua destila leche!” (Frase que se le pegó a mi hermano y que no se acuerda de dónde). Mi nombre es Ana Luisa y el de mi hermano es Francisco. Nosotros somos los protagonistas de ésta hermosa historia de amor entre dos hermanos que empiezan a conocer el enamoramiento en el sentido más físico y sensual de lo que se conoce como amor filial o dicho en otras palabras incesto de un amor tan pleno que trasciende los límites de las costumbres sociales. Soy cinco años mayor que mi hermano. A mis veintitrés años poco después que él cumpliera los dieciocho años, mi hermano me hizo su mujer, tengo muy presente que fue un 12 de septiembre a eso de las seis de la tarde. Desde niños éramos inseparables. Recuerdo cómo fueron nuestros primeros juegos y cómo se fueron volviendo realidad muchos de ellos. Jugábamos a que yo era la maestra y le daba a mi hermano sus primeras clases. De hecho yo le enseñé cómo debía dar sus primeros ...
... besos. También jugábamos a que éramos marido y mujer, algo que también de cierto modo se cumplió más adelante aunque sin la formalidad del matrimonio. Con el transcurso del tiempo nuestra madre quería que mi hermano me acompañara cuando empezaba a salir con mis primeros novios, entonces él era quien me acompañaba a verlos, uno de ellos se llamaba José Luis y mientras mi hermano me esperaba afuera, yo adentro hacía con él el amor en la casa de su tía y recuerdo que con él terminaba frustrada porque me sentía insatisfecha quedándome a medias con mi calentura. Por ese entonces yo recién había cumplido veintitrés años y mi hermano estaba por cumplir dieciocho porque yo soy del once de julio y él del treinta. Con él hablaba mucho de sexo y de que mi novio José Luis me dejaba insatisfecha. Yo le contaba a mi hermano con lujo de detalles todo lo que hacíamos y él también fue el confidente íntimo de cuáles eran mis puntos más vulnerables, uno es la palma de mis manos cuando me la besan, o cuando lamen la punta de mis dedos, otro son mis pezones porque cuando me los besan siento que me transportan a las nubes, al igual que si tocan mi clítoris o besan los labios de mi vagina y meten su lengua para acariciar mi clítoris. Mi hermano sabía que yo era muy caliente y cómo ya era maestra le platicaba y le tenía mucha confianza para contarle que una vez había hecho un trabajo sobre el incesto y le explicaba que no era nada del otro mundo pero que la sociedad no lo aceptaba porque era como ...