Recuerdos de hermanos
Fecha: 01/08/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Incesty, Fuente: CuentoRelatos
... si él y yo tuviéramos sexo, siendo hermanos y lo anunciáramos al mundo, nuestra sociedad no lo iba a aceptar.
Como maestra que era de español en una escuela particular en una Colonia de buen nivel económico, teníamos las maestras un saloncito para fumar y tomar café a la hora del recreo de los niños. En ocasiones mi hermano iba por mí a esa hora y yo se los presentaba a mis compañeras con mucho orgullo y sin que se dieran cuenta yo le guiñaba un ojo a mi hermano y le coqueteaba como si fuera su novia, hecho que aún no era para nosotros algo cierto, sino fue hasta poco tiempo después cuando ya presumía para mis adentros la calidad de sentirme su mujer.
Vivíamos en la Colonia San Alvaro al norte de la Ciudad de México por aquel entonces. Aún recuerdo que mi hermano y yo compartíamos la misma recámara, aunque ambos dormíamos en camas individuales separadas por un buró, la que me tocaba a mí estaba junto a un closet hecho de madera de fresno, muy buen closet por cierto. Al abrirlo contaba con un espacio amplio para colgar mis vestidos y tres cajones amplios donde guardaba mi ropa íntima. Por debajo de la cajonera había un espacio en el que guardaba mi diario íntimo y más adelante guardaría varios papelitos de amor que me escribía mi hermano a escondidas de nuestros progenitores que me ponía por debajo de mi almohada y algunas revistas porno muy ilustrativas con fotografías de mujeres haciendo el amor con hombres y otras de mujeres haciendo el amor con otras mujeres las ...
... cuales me atraían mucho y otras más, ilustradas con fotografías y diálogos, además de ciertos ensayos de novelas de incesto de las cuales yo escribía los diálogos, en los que él y yo éramos los principales protagonistas con los argumentos que tanto él como yo hacíamos.
Frente a mi cama tenía un ropero color rosa con dos espejos grandes en los que podíamos ver nuestras imágenes cuando ambos estábamos en mi cama discutiendo los diálogos de nuestras novelas, los cuales también realizábamos en un escritorio chico a un lado de la cama de mi hermano dónde también hacía mis reportes de la escuela y calificaba los exámenes de mis alumnos a veces con la ayuda de mi hermano Francisco, aunque a veces el aprovechaba que estaba inclinada sobre el escritorio para meter sus manos entre mi blusa para palpar mis pechos, situación que completábamos ambos, besándonos aunque sin llegar a más. Frente a la cama de él contaba con un chifonier labrado con maderas finas con espejo, una puerta grande para colgar su ropa y tres cajones. El hecho de que ambos estuviéramos juntos en la misma recámara provocaba que se disparara nuestro morbo, también existía mucho grado de promiscuidad entre nosotros, ya que tenía que desnudarme enfrente de él, para ponerme mi camisón de dormir, el cual a veces ni me lo ponía porque más bien me gustaba dormir desnuda al igual que él también se quitaba su calzoncillo para dormir, dejándome ver su pene la mayor parte de las veces ya erecto, algo ya muy común en él, tan solo ...