Fantaseando con un extraño
Fecha: 08/08/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Edu y Pam, Fuente: CuentoRelatos
Llego a la casa del trabajo un poco más tarde de lo habitual y tú ya estás allí. Hermosa como siempre, recostada en el sillón grande de la sala, viendo la tele, pero además viendo tu celular.
Como acostumbras al regresar a casa, y si no hay plan de salir, te cambias de la ropa formal de trabajo y te pones cómoda. Hoy el atuendo es un short a juego con una blusa de tela fina de tirantes, ya que está siendo un día caluroso. Acostumbras dejar libres tus senos que, dicho sea de paso, son muy atractivos y bien puestos.
Te ves hermosa como siempre, y tus pezones se aprecian algo erectos a través de la delgada tela de tu blusa. Al abrir la puerta, tu sonrisa y tus ojos alegres iluminan el espacio. Tu mirada inspira confianza y sensualidad. El ambiente es electrizante. Me acerco a saludarte y nos damos un rico beso que siempre acompaña la bienvenida y, en esta ocasión, tus brazos rodean parte de mi cuello y me acercas más a ti. Eso me da oportunidad de abrazar tu cuerpo, sintiendo tus senos ricos pegarse en mi pecho y moverse con tu respiración.
Te pregunto que cómo te había ido, y me dices que bién, que estabas esperándome y viendo cosas en el celular, mientras haces tiempo para que empiece una de las series que nos gusta ver en la noche.
En eso me muestras tu celular, donde tienes abiertos unos gifs eroticos que te había compartido en otra ocasión. Desplazas tu cuerpo en el sillón y me abres un espacio para acostarme a tu lado, donde tu brazo circula mi cuello y mi ...
... cabeza queda recargada en tu hombro, dejándo a primera vista tus siempre antojables senos, apenas cubiertos por tu blusa de tirantes. Me dices que, después de una junta aburrida, volviste a ver las imágenes, te fuiste al baño de la oficina para tocarte, poniéndote muy excitada y húmeda por momentos, logrando un pequeño y discreto orgasmo.
Regresaste a tu oficina en la empresa de consultoría para la que trabajas con el fin de terminar con tus pendientes del día y al salir te fuíste a nuestra casa. Llegando, te pusiste cómoda, y te quedaste viendo otro rato más las imagenes, mientras esperabas mi arribo.
Por supuesto, el efecto fue similar a la tarde y te habías excitado de nuevo. Tu mano libre, la acercas a mi cara y me pides que la huela y luego me das tus dedos a chupar.
El olor a tu sexo esta deliciosamente impregnado en tus dedos y al lamerlos puedo sentir la humedad y sabor que hizo evidente que recien los habías metido en tí.
Después de sacarlos, me besas con tu lengua jugando en mi boca, mientras abres tus piernas otra vez, desplazas tu short de la pijama y vuelves a meter tus dedos para masturbarte un poco más. La humedad se hace patente a través del sonido que provoca el movimiento de tus dedos al acaricar la entrada de tu vagina. Los sacas muy impregnados y los llevas a mi boca de nuevo. Me dices, entre besos, que yo soy el culpable de que te encuentres en ese estado de exitación.
Tu otra mano que detiene el celular, cambia de imágen, a otra donde una ...