La puta de mi mujer y su cita a ciegas
Fecha: 11/08/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Suberina1, Fuente: CuentoRelatos
No pasaban ni 5 minutos de la hora acordada y allí estaba Javier, en la puerta de la habitación del hotel donde habíamos acordado la cita a ciegas. Estaba nervioso, pues era la primera vez que lo hacía con una milf como mi mujer, a la que no conocía de nada, tan solo por las fotos que yo le había enviado. En ninguna se le veía la cara pero en todas ellas se observaba el escultural cuerpo de Nuria: fotos de su coño, con lencería, vestida, desnuda, con tacones, siendo follada, después de ser follada... Un juego fantasioso en el que involucré a Javier durante las últimas semanas, correspondiéndonos éste con videos en los que se masturbaba y corría encima de las fotos de mi mujer.
Nervioso, introdujo la tarjeta en la ranura para abrir la puerta, habíamos convenido que Nuria lo esperaría atada a la cama en la posición de perrito, atada por sus cuatro extremidades y vestida exclusivamente con liguero, medias y tacones, un plug anal metido en el culo y con los ojos vendados.
Tras oír el clac de la puerta la abrió lentamente encontrándose a mi mujer tal y como habíamos acordado. No necesitaba excitarse más, el empalme que llevaba desde hacía varias horas era total, la polla ya la tenía dura, y tras saludarme a mí, sentado en la butaca de la habitación, con una encajada de manos, se dirigió sin hacer ruido hasta Nuria, se arrodilló y acercando su cara a su coño y su culo totalmente expuestos besó sus labios vaginales muy despacio y con mucha ternura, recreándose en ese coño que ...
... tantas pajas le había generado las últimas semanas.
Besó todo su coño, sus manos se acercaron a su culo cogiendo ambas nalgas y separándolas para así continuar besando su culo. Conforme iba recorriendo sus zonas erógenas iba notando como Nuria se estremecía. Siguió besando su culo, subiendo por la columna vertebral hasta llegar a la zona de la nuca donde, apoyando su peso encima de la espalda, besó la parte trasera de su cuello. Se retiró unos segundos intercambiando una mirada conmigo, no hizo falta que nos dijéramos nada, solamente nos sonreímos. Javier se volvió a arrodillar frente al coño de Nuria, que seguía atada y esta vez sí, después de volver a besar sus labios vaginales, sacó su lengua y empezó a recorrer su peludo coño de una forma muy sutil. Una excitación muy parecida a la de Javier debía tener mi mujer ya que desde el primer momento que se acercó a su pubis notó el calor que desprendía. El primer suspiro de Nuria fue automático en cuanto notó el contacto de la lengua de Javier con su húmedo coño. Pese a no ser una situación totalmente nueva para mi caliente mujer ni para mí, los dos estaban muy excitados, se entendían muy bien y habían aprendido a disfrutar del sexo solos o en compañía, dando rienda suelta a sus fantasías.
Empezó a masturbar el coño de Nuria -tenía claro antes de entrar que el primer orgasmo se lo iba regalar de esta manera-, no tenían ninguna prisa, iban a disfrutar de una larga sesión de sexo si las cosas salían bien.
Siguió chupando ...