-
Trío con los vecinos
Fecha: 15/08/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
... así que dejé que fuera ella la que decidiera. Sin más problema se bajó el tanga dejándome ver su vulva depilada al completo. Se giró dando una vuelta sobre si misma y me preguntó: -¿Que te parece? - Eres preciosa. Vestida y desnuda. - Tu sí que estás buena. Vamos nena sacátelo todo. No seas tímida. El tanga siguió el camino de las demás prendas sobre su cama y yo también le enseñé mi xoxito pelón. - Elige lo que quieras, creo que todo te vendrá bien. Sara buscó en un cajón y sacó un par de pijamas de raso francamente sexis. El pantalón reducido a la mínima expresión seguro que se le veía medio culo con eso puesto. La camiseta de finos tirantes y muy cortita solo nos taparía las tetas. En su caso es probable que ni siquiera toda la curva de su parte inferior. Sin pensarlo más me empecé a poner aquello, que sabía me quedaría escandaloso. Y me daba cuenta que eso era lo que más me gustaba. Mirándonos en el espejo, que cubría toda una pared, me imaginaba lo que se vería en ese espejo de forma habitual. Estábamos sensacionales, muy sexis, por delante y por detrás, la mitad de nuestras nalgas al aire. Cuando salimos al salón Juan ya nos había preparado las copas y puesto música suave. Y desde luego seguía casi desnudo. Se me fueron los ojos de su mujer a su cuerpo casi sin querer. Se notaba todo ese footing y ejercicio. Sus músculos perfectamente cincelados. Nos alcanzó las copas rozando nuestros dedos de forma sensual. - Gracias. Parece muy buena. ¿No ...
... querrás emborracharme? - Lo es. Y solo si tu quieres. Desde luego él me estaba mirando. Viendo como me quedaba el pijama de su mujer. Decidí exhibirme para ellos girando sobre mi misma y subiendo un poco el bajo de la camiseta hasta que se me vio la parte baja de mis tetas. Justo como las de Sara. Hablando de ella, se me pegó a la espalda haciéndome notar sus tetas en los omóplatos y rodeando mi cintura con las manos. Las apretaba justo en mi ombligo. - ¿A que es guapa? Le dijo a su chico. Hablando por encima de mi hombro y apoyando la barbilla en mi clavícula. Soplando en mi cuello se me erizaban hasta los pelos que me había depilado esa misma mañana. Cuando acarició mi ombligo casi me corro de pie entre ellos. - Preciosa y deliciosa. Como me estaban temblando las piernas me dejé caer en el sofá y ni por esas me libré de ellos, ni lo pretendía claro. Se sentaron cada uno a un lado de mí, tan cerca que nuestros muslos desnudos se rozaban. - ¿No te importa verdad? - No claro. Pronto noté una mano en mi espalda acariciando mi piel por debajo de la camisetita. No sabía de quien se los dos era ni me importaba. Pero me gustaba. Viendo por donde iban los tiros dejé caer la mano que tenía libre, en la que no tenía el vaso en el muslo más cercano e ese lado. El de Sara que de inmediato separó las piernas aceptando la caricia. Y dejándome subir por su muslo. Notaba el calor de su vulva en mis dedos a través de la poca tela que la cubría. Y a ella se le ...