1. Mi año sabático (3 - final)


    Fecha: 19/08/2024, Categorías: Hetero Autor: RolandDeschain, Fuente: CuentoRelatos

    Después de esa maravillosa noche y del maravilloso sexo en la ducha con mi amiga Rebeca, mi vida en el pueblo playero cambió completamente. Bueno, no completamente. Nuestra rutina seguía siendo muy parecida, con nuestro día a día y las clases de baile. Lo que se cambió fue nuestra vida sexual. Nuestra rutina comúnmente era interrumpía por asombrosas y cachondas sesiones de sexo. Lo hacíamos casi todos los días. En algunas ocasiones, varias veces al día. Rebeca resultó ser una amante insaciable. Cuando aceptó la nueva dinámica de nuestra relación, fue la que más la disfrutó. Por así decirlo.
    
    En nuestro día a día, nuestra relación volvió a ser la de antes. Con todo incluido. Las bromas, los chistes, los regaños, e incluso las peleas ocasionales. Pero de cuando en cuando, todo eso se veía interrumpido por un arrebato de lujuria. En esos momentos, Rebeca, paraba lo que fuera que estuviésemos haciendo y se abalanzaba sobre mi como una fiera. Como una hembra en celo cuyo instinto la obligaba a copular en ese momento, o si no, su cordura se perdería.
    
    Otra veces era yo quien tenía la libido en el techo, y cumpliendo mi promesa, la tomaba casi por la fuerza y la utilizaba. Como si mi amiga dejara de existir y su cuerpo le perteneciera a una zorra, cuya única función fuera mi desahogo sexual.
    
    Nuestra paradisíaca cabaña playera, se convirtió en una habitación de motel extra large. Cogíamos, en todas partes. El sillón, nuestras camas, y la ducha, solo eran los lugares más ...
    ... recurrentes. Pero para cuando se cumplía un mes de nuestro trato, no había un metro cuadrado de nuestra vivienda, que no haya sido escenario de nuestra película porno privada.
    
    Hubo una vez que Rebeca, tuvo un calentón, mientras yo me encontraba preparando el almuerzo. Todo terminó con ella dándome una mamada mientras mecía la salsa de tomate para que no se pegara. Otra tarde, mientras hacíamos la limpieza. Me excité muchísimo al ver a mi amiga inclinada ordenando unas revistas sobre una mesita. En ese mismo momento, bajé el short suelto que llevaba y la penetre por atrás, con ella aun tratando de recuperar el equilibrio apoyándose contra la pared.
    
    Mi cogida favorita fue después de una clase. Teníamos un grupo nuevo de turistas que nos habían pagado una semana de clases de salsa sensual. Esa noche, les estábamos enseñando una figura simple en la que después de un giro la pareja termine muy junta. Mientras bailábamos, era evidente como Rebeca y yo nos íbamos calentando. A tal punto que, cuando el último de los turistas se fue, no perdimos tiempo y lo hicimos en el piso del salón que a veces hacía de sala de clases. Esa noche me corrí como un geiser dentro de Rebeca mientras ella me montaba.
    
    Más o menos esa fue nuestra vida. Puedo asegurar que nunca había tenido tanto sexo como en esos meses. Y aun así había algo que me volvía loco. No me podía sacar de la cabeza, aquella noche en la ducha, cuando Rebeca al fin se había entregado a mi por completo, y la tenía contra la pared, ...
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