1. Mi año sabático (3 - final)


    Fecha: 19/08/2024, Categorías: Hetero Autor: RolandDeschain, Fuente: CuentoRelatos

    ... porque después de descargarme, se quedó por un momento como estaba. Sudada, pegajosa y semidesnuda. Acostada sobre la cama. Y mientras la veía, con los dedos de su mano izquierda todo un poco del semen que había en su bajo vientre y se lo llevó a la boca. No sé como explicarlo, pero hay algo tremendamente sensual en ver a una mujer saborear tu semen.
    
    Yo: Te gusta?
    
    Rebeca: Sabes que si. Me encanta tu leche
    
    .
    
    Al escuchar eso solté una risita tonta
    
    Rebeca: Qué?
    
    Yo: No dijiste que te gusta «la leche». Dijiste que te gusta «mi leche».
    
    Rebeca: Es lo mismo
    
    Yo. No, no lo es. Hay una gran diferencia entre «la leche» y «mi leche»
    
    Rebeca: Okay... Tu ganas. Debo admitir que, a pesar de mis dudas, a la final todo esto ha ido muy bien.
    
    Yo: Todo esto?
    
    Rebeca: Ya sabes. Tu... y yo... Cogiendo. Resultó mejor de lo que esperaba.
    
    Yo: Creías que no lo sabía hacer tan bien?
    
    Rebeca: No es eso. He hablado con algunas de tus exs. Y sabía que lo hacías bien. Pero creí que sería raro. En serio nunca te había visto de una forma sexual hasta la primera noche que lo hicimos.
    
    Yo: Entiendo. Me pasaba lo mismo. Creía que hacerlo contigo sería como hacerlo con mi tía Marta.
    
    Rebeca: Gracias por compararme con tu tía más vieja
    
    Yo: Sabes lo que quise decir.
    
    Rebeca: Y ahora? Me sigues viendo como tu tía Marta?
    
    Yo: Para nada. A mi tía Marta jamás le hubiera hecho lo que te acabo de hacer... Hubiera sido algo más cariñoso.
    
    Rebeca: Idiota - dijo ...
    ... riendo mientras me lanzaba una almohada a la cabeza
    
    Durante ese tiempo Rebeca se había quitado las bragas para limpiarse el resto de mi esperma con ellas. Quedando desnuda frente a mi. No podía apartar la vista. Incluso después del tiempo que llevábamos acostándonos, su cuerpo tenía un efecto Hipnótico. No era un cuerpo voluptuoso, ni extremadamente tonificado. Incluso en ciertos lugares tenía sus «llantitas» Pero era un cuerpo sensual. Sus senos, sus nalgas, sus piernas. Era un cuerpo que al verlo solo te incitaba al sexo y nada más. Y mi pene empezó a reaccionar a eso otra vez.
    
    Rebeca: Parece que no tuviste suficiente. Y me alegra porque yo tampoco
    
    Antes de que pudiera decir nada, mi amiga se acercó a mi tomando mi pene a media erección con la mano. Acercó sus labios a la punta de mi glande y comenzó a lamerla. La boca de Rebeca era una delicia. Sus mamadas eran suaves, sensuales y metódicas. Cuando chupaba un pene, lo hacía a conciencia, sin dejar un solo milímetro de piel sin lamer, besar o succionar. Sabía el momento y ritmo adecuado siempre. Y manejaba un amplio arsenal de trucos, Desde los suaves besos en la punta del pene, hasta la salvaje garganta profunda. Y aunque no hacía contacto visual todo el tiempo, cuando lo hacía, su mirada era de vicio puro.
    
    Durante uno de esos momentos en que nuestras miradas se cruzaron, mi amiga paro la mamada, pero no dejo de masturbarme.
    
    Rebeca: Que pasa? no te gusta como lo estoy haciendo?
    
    Yo: Sabes que lo haces ...
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