Qué delicia cuando cierra los ojos, abre la boca y se clava
Fecha: 20/08/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... estás consumiendo, verme en el auto, mientras tomo el desayuno en mi comedor es ciertamente extraño”.
- “Dame con alguno de los chicos”.
- “Ni loco hacer que cualquiera de ellos pase por la espantosa experiencia de hablar con alguien desorientada en espacio y tiempo, chau”.
Tiempo después de esa charla caí en cuenta que el correr del tiempo había espaciado mucho el contacto entre la madre y los hijos. Y no porque de este lado alguien lo dificultara, sino porque ella no lograba compaginar su vida. Ante eso busqué una fotografía donde estuvieran juntos, para hacerla imprimir y, en un portarretrato, colocarla en el dormitorio de ellos.
Ya había pasado un año desde nuestra separación de hecho cuando Carla, acompañando a mis hijos, entró al dormitorio y vio esa imagen. Como la relación se desarrollaba en un clima de respeto, confianza y sinceridad, salió para preguntarme.
- “Quién es la de la foto?”
- “Mi ex y madre de los chicos. La conocés?”
- “Sí, salía con mi hermano y me la presentó hace unos meses”.
- “Lo que son las casualidades, por esa relación cortamos. Ya no siguen?”
- “No, duraron menos de un año”.
- “Quién hubiera pensado que por eso fuera capaz de dejar la familia”.
- “Sabés algo de ella?”
- “Prácticamente nada, la veo solo cuando viene a buscar o dejar las criaturas, y ni la saludo”.
- “Perdoná la crudeza, pero son palabras de mi hermano, <Es una puta de cuidado y ha entrado en una espiral descendente de la cual nadie sabe el ...
... estado en que saldrá, si es que sale. Ya empezó a consumir drogas>”.
Hay un espectáculo que suelo mirar en la red porque me resulta muy agradable, y es un coro de castañuelas catalán que ese sábado se presentaba en la ciudad. Pensando que a mi hermana y su amiga podrían gustarle las consulté; mi hermana tenía programa pero Carla aceptó así que la invité al evento y luego a cenar. Disfrutamos ambas cosas y luego a llevé hasta su casa parando el motor.
- “Te agradezco la invitación, la pasé muy bien”.
- “Yo soy el agradecido pues, no solo disfrute cena y concierto, sino también de tu compañía”.
Para despedirme tomé su mano y le di un beso en el dorso. Ella me miró extrañada y reaccionó acercándose para darme un beso en la mejilla y luego bajar.
Era broma frecuente entre nosotros que aludiendo a su aspecto, yo la tratara como si fuera una niña y ella, para no quedarse atrás, se refiriera a mí como a una persona de avanzada edad.
Un miércoles, recién llegado del trabajo suena mi teléfono, era Carla.
- “Qué gusto escucharla jovencita, necesita ayuda en las tareas escolares?”
- “No venerable anciano, quería sacarlo de sus costumbres antiquísimas e invitarlo este sábado a cenar y luego tomar algo en otro lado”.
- “Encantado, solo te recuerdo llevar a mano el documento de identidad por si pedís alguna bebida con alcohol”.
- “No creo que lo necesite, sobre todo cuando diga que soy acompañante terapéutica de un abuelo centenario. Y elegí bien ya que en la ...