Me gustó por las gambas
Fecha: 20/08/2024,
Categorías:
Gays
Autor: Pardo, Fuente: CuentoRelatos
... paramos. Nos pusimos de pie (porque él quiso, obvio) y pude tocarlo todo. Qué cola hermosa. Qué piernas musculosas. Todo duro. Todo firme. Y sí, no dejaba de besarlo mientras lo tocaba. No podía.
Lo apoyaba. Sentía su pija contra la mía. Sentia su abdomen duro.
Se sacó el buzo y quedó en musculosa. Le quería sacar la remera y cuando lo estaba haciendo veo que se mete la mano en el pantalón para bajarlo y me dice: "chupamela".
Cómo describir lo que sentí en ese momento... Imposible. Lo miré a los ojos. me temblaban las patas.
No me dejó ni siquiera verlo en bolas para poder disfrutarlo! No perdía tiempo,
Le terminé de sacar la remera como pude, le chupé las tetillas y la panza antes de bajar...
Qué piel. ¡Por favor! ¡Qué piel! Lo chupaba, lo tocaba. Pero no me dejó hacer, porque ahí no mandaba yo. Se me había dado vuelta todo sobre el sexo. Acostumbrado a dirigir con mi pareja, pasé a ser sumiso.
Acá se hacía lo que él quería. Sin violencia. Sin palabras.
Era como bailar el tango. Pero mandaba él. Y qué bien lo hacía.
Me arrodillé y me encontré frente a una pija gorda, con una cabeza morada de un tamaño acorde al contorno de esa verga (sí, terrible cabeza tenia ahí abajo este hijo de puta). Pero juro que no me dio tiempo ni a contemplarla, porque se agarró la pija con una mano, me agarró de la nuca con la otra y me la mandó a guardar en la boca…
Pero no la puntita. Este quería que me la metiera toda. Pero no me entraba! Porque esa pija era gorda ...
... de verdad.
Me ensalivé un poco los labios y volví a intentar... obvio que con una mano en mi nuca que no me daba más opciones.
Mientras tenía la pija en la boca le iba sacando el pantalón, el slip y las medias. Y él se sostenía de mi nuca.
Ya completamente en bolas se la seguí chupando.
No puedo decir que sentí la piel suave de su prepucio en ese momento, o que esto o aquello, porque realmente me la metía hasta la garganta.
"Así, toda", me decía.
La sentía bien al fondo Y eso me gustaba. Mi sueño hecho realidad.
Lo que no me imaginé es que ahí mismo me iba a dar un pijazo que me iba a hacer caer las lágrimas.
"Sí, toda", me decía. Y me cogía la boca. Literalmente hablando. Porque le daba al movimiento de cadera...
Una mano la ponía en mi nuca, la otra debajo de mi cara, para sentir hasta dónde entraba su pija. Y el movimiento de cadera hacía todo lo demás. Me la sacaba toda y me la volvía a meter. Reiteradas veces.
Cuando la sacaba un poco intentaba chuparle la cabeza. Quería disfrutar y terminar de comprobar que su piel era perfecta en todos lados. Pero enseguida me la volvía a meter. Y ya no sólo se me caían las lágrimas, cada tanto se me producía una arcada por lo adentro que me la metía.
"Vení", me dijo. "Vamos a la habitación".
Y recién ahí lo vi completamente desnudo. Porque antes solo estaba de rodillas y con la pija en la boca.
Parado frente a mí. Con esa pija erecta, gorda, y esa cabeza perfecta, morada. Las gambas musculosas ...