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Joven mulato
Fecha: 29/08/2024, Categorías: Gays Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
... todo el capullo en mi boca caliente, se le escapó un gemido, mantuve el cabezón en mi boca haciendo chasquear mi lengua contra él, luego bajé rápidamente y me metí toda la polla que me cabía hasta la garganta poniendo mi mano derecha como tope porque sabia que no entraría entera. - Ostia puta, maricón. Permanecí así, con la polla dentro de mi boca durante un momento, experimentando como crecía, mi esfínter palpitaba y notaba un cosquilleo de placer en mi estómago, la deslicé hacia atrás hasta el extremo y el mulato intentó profundizar en mi garganta pero se lo impedí, moviéndome rápidamente me deslicé arriba y abajo por su polla como si estuviera follandomelo, acompañando el movimiento de mi cabeza con el de mi mano. - Joder perra, me voy a correr, me voy a correr. No quería que se corriera todavía así que paré, tomé el capullo en mi boca y comencé a mamarlo como si fuera un pezón, me volví a meter la polla hasta la garganta y al sacarla aspire y después volví a aspirar al bajar de nuevo. - Mmmmm, que bueno por dioss Repetí el juego varias veces, quería esa polla dura pero sin llegar al punto de orgasmo, la saqué de mi boca, agarré la base con mi mano y contemplé aquella belleza en toda su plena erección con los huevos tensos y el glande brillante y suave, volví a metérmela en la boca y a chuparla, inicié un movimiento rápido buscando ya la descarga, con el anular de la mano izquierda comencé a acariciarle el ojete hasta que se lo introduje. - Ay, ay, ...
... ay que me corro, que me corro, no pares, no pares, ay. Como tenía agarrada la polla con la mano derecha noté como le venía, la saqué dejando solo el capullo dentro y recibí su semen en mi boca, tragué la primera descarga y luego dejé que esos jugos maravillosos que recibí a borbotones en las siguientes se derramasen de mis labios deslizándose por su ya húmeda polla haciéndola escurridiza y deliciosa de tocar, la recorrí con mis manos apreciando su dureza y esparciendo la reluciente leche por toda ella. Me puse de pie dispuesto a irme pero aquella polla me llamaba, continuaba tiesa y dura y mi esfínter la pedía a gritos, me quité el pantalón y el slip, me puse a horcajadas sobre él dándole la espalda, agarre el miembro coloqué la punta contra mi ojete y apreté un poco, aquel glande abrió mi culo y un ramalazo de dolor me recorrió toda la espalda. - Madre de dios. La baba y la lefa que la cubrían hacían de lubricante, aguanté un poco a que mi ojete se adaptara al tamaño de aquella cosa y me fui sentando metiéndomela muy despacio notando como me iba abriendo a medida que avanzaba. - Ay, ay que rico, aaaah. - Vaya culo tragón que tienes maricón. - Ay que polla, ayyy. El mulato me puso sus manos en la cintura ayudándome con ellas a levantarme y sentarme sobre aquella polla hasta metérmela hasta los cojones. - Ay, ay mis tripas, ay. - Sigue maricón, sigue - Ay, ayyyy, me partes el culo, ay que polla. Aquel tipo era una bestia, en esos momentos yo ...