1. Año nuevo, cogida interracial nueva


    Fecha: 31/08/2024, Categorías: Sexo Interracial Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    ... enorme barra de chocolate, llena de venas, gorda, muy cabezona, larga, Dios Mio, me preguntaba que haría con tanto chocolate, no era la primera vez, pero siempre es un reto.
    
    Decidí admirarla, darle besitos en todo ese enorme tronco, baje a las enormes bolas negras y las comencé a mamar, mientras con mis manos intentaba jalar ese enorme pene, decidí comenzar la felación, dando lengüetazos en su frenillo y glande, intentaba meter esa enorme cabeza, pero me habría mucho la boca, me dolía, otra vez intente y quedaba en el intento, decidí chupar y chupar, morder el tronco, mientras Pierre, me peinaba, por tercera vez intente meterla a mi boca, y ahora si pude meter parte de esa enorme verga, -si puedes eres una gran puta- y me despegue me estaba ahogando, volví hacer el mismo procedimiento, pero esta vez con sus grandes manos, me agarro para que no me saliera de su verga, sentía muy feo, sentía ahogarme, pero quería seguir mamando esa verga negra, luego la saco de mi boca, mientras yo tosía, me dio unas cachetadas con esa enorme verga, volví a mamar su pene, y con mis dos manos lo masturbaba, volví a meter mi lengua en su frenillo y glande, y posteriormente los mordí suavemente lo que lo hizo gritar –aa que rico mi amor, que puta eres, sabes dar placer, nivel Diosa- así es mi amor.
    
    Posteriormente me levanto y aventó a la cama, quede a su merced, abrió fuerte mis piernas, subió mi mini vestido hasta la cintura, empezó a besar mi tanga, la cual ya estaba muy mojada, -que ...
    ... rico, huele mi amor- le daba palmaditas a mi concha, inmediatamente quito mi tanga, la olio, se la enredo en su verga, y empezó a chupar mi clítoris, con sus gruesos labios le daba buen trato, después besaba mi vagina, metía su lengua, le daba palmaditas, -ay que rico, mi amor- le decía mientas le agarraba los cabellos de su cabeza, me mordía sutilmente, y se levanto y su verga la rozo con mi vagina, la cual ya ardía de deseo, se empezó a jalar la verga con mi tanga, y la ponía en mi concha, -esta muy caliente mi amor, ya métemela por favor, grite- tus deseos son ordenes, mi reina.
    
    Me acomodo en la clásica posición del misionero, su verga golpeo mi clítoris, le escupió, y primero ingreso esa cabeza, -aaa que dura, dije—ingreso parte de su tronco, -aaa, si, me encanta- sentía que iba la mitad, me tomo de mi cintura y de un solo golpe metió toda su verga -aaaa grite muy fuerte, debió escucharse hasta en la calle- saco la mitad de su pene, y nuevamente metió de un golpe, sentía que me partía en dos, asi hizo esos movimientos varias veces, inmediatamente, se acostó sobre de mi sentí ese enorme cuerpo de un toro semental, penetrándome, subió mis piernas en sus hombros, y me embestía como un animal en celo, -te gusta perra- -sí, no te detengas- mientras me penetraba nos besábamos, me lamia mi cara, cuello, y nuestras manos se unían, después bajo mis largas piernas, y las abrió, tomándolas de mis muslos, para sacar su verga y meterla rápido, aunque ahora hacia giros, me partía la ...
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