Sobre ruedas (capítulo once)
Fecha: 01/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... buena mamada. Él lo comprendió bien y me invitó a salir afuera, en la oscuridad, del otro lado de donde estaba la cafetería, se recostó al camión ofreciéndome su miembro largo y duro. Yo me arrodillé y empecé a tragarme todo aquel trozo de pinga. Él tomando mi cara me dijo:
-¡Nene, quiero que me mires mientras me mamas!
Fue algo emocionante, ver como a cada chupada que él daba al puro, se iluminaba su cara, me acariciaba la cabeza, me decía cosas agradables. Yo me sentía bien, sobre todo aquella situación me gustaba, me daba ánimos.
-¡A ver, mi nene, súbete en la cabina y bájate los pantalones! Quiero comerte ese ojete rico y fumar…
Así hice, me bajé los pantalones y me doblé sobre el asiento quedando fuera mis nalgas y piernas. Sentí como me acariciaba, sentí el humo que me echaba y su lengua que lamía mi culo.
-¡Qué rico lo tienes, bien mojadito de mi leche!
Volvía a comer mi culo, a besar mis nalgas, a echar bocanadas de humos en mi ojete. Era una locura aquello, yo me sentía en el quinto cielo y supongo que él también. Al rato me dijo que me iba a singar, que no podía más seguir así. Nos acomodamos en la cabina e hicimos el amor con mucha pasión, me hizo acostarme de un lado para que pudiera verlo con el puro en la boca mientras me daba caña. Parecía que nunca íbamos a terminar, para mí ya había pasado mucho tiempo, pero se vino y después me hizo venir a mí. Se quedó un rato abrazado a mí, me besó, dejándome ese olor a tabaco en los labios.
-¿Te ha ...
... gustado? Nene.
-¡Mucho, mucho!
-Lo hemos tenido que hacer apurado, pero te prometo que cuando tengamos tiempo, la vas a pasar bien…me gusta singar hasta que se terminé el puro.
-Eso puede ser mucho tiempo ¿no?
-¡Sí, mi amor, sí…pero no te preocupes, que te va a gustar!
No sé si alguien nos habrá visto o no, después nos fuimos del lugar. Habíamos hecho aquello casi a la vista de cualquiera que pudiera haber pasado por allí. Yo dormí como una piedra y eso que debía haberle hecho compañía, pero a Tito no le molestó. Me dijo que se sentía feliz de que su gente se durmiera cansada de un buen sexo. Era cierto, estaba medio muerto de aquellas dos ocasiones. Muy a pesar del poco tiempo que medio entre los dos sexos y lo agotador, me sentí bien, muy bien.
Habíamos empezado muy bien nuestra relación, porque Tito era muy pasional y cariñoso. El sexo entre los dos funcionaba de lo mejor. Aquel viaje pues fue así, de locura total, de regreso igual tuvimos nuestras locuras apurándonos para llegar a su casa y como me decía él, poder casarnos de verdad, es decir tener un sexo en la cama, de ley y no apurados en el camión o un matorral. Por el camino además de dos botellas de ron, pues compró papas, gallinas, plátanos, para la casa. Llegando me dejó y fue a dejar el camión en el garaje porque como estaban los robos era probable que amaneciera sin ruedas o gasolina. Yo me quedé en la casa, una casa chula, pequeña pero cómoda. Me metí en la ducha mientras llegaba Tito que al ...