45 años y goza como loca en la cama
Fecha: 03/09/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... favor. Hablas de tu madre.
-Bueno, perdón, pensé…
-Te equivocas.
-Entonces, ¿Qué pasa con mi mamá?
-Cintia, somos amigos. Entre nosotros tenemos las cosas muy claras y sabes lo que te respeto. Por eso mi llamado, aunque me gustaría hablarlo personalmente, mirándote a la cara. ¿Te molestaría si invito a tu mamá a almorzar? Me encanta, no solo por lo hermosa que es, su personalidad, su inteligencia. Me gustaría conocerla más y… quizás iniciar una relación.
-No sé si putearte y mandarte a la mierda o salir corriendo a tu departamento a darte un beso y abrazarte con todo. Que tipo que sos. Gustavo, ella es grande, toma sus propias decisiones, lo mismo vos. No tengo porque opinar sobre sus cosas, que hacen o dejan de hacer.
-Sos mi amiga Cintia, no quiero que nuestra relación se dañe.
-¿Tato, escuchas lo que dice Tavo? Te das cuenta porque lo adoro.
-Hola Tavo, sí, y me alegra que sea tu amigo.
-Hola Tato. Gracias.
-¿Te voy a tener que llamar Papá? Me preguntó Cintia riendo.
-No me cargues, que bastante me costó convencer a Marisa para charlar tranquilos.
-¿En serio no fueron a un hotel?
-No fuimos Cintia.
-Boludo. Te quiero. Chau.
Fui a darme una ducha, me serví un café y me llamaron de un número que no tenía registrado.
-Hola Buen día. Dijo una mujer del otro lado. Era Marisa.
-Buen día. Que sorpresa.
-No intercambiamos números. Tuve que llamar a Cintia.
-Si, no quise presionarte…
-Me dijo que estuviste hablando ...
... con ella, y que me vas a invitar a almorzar.
-Que bocona. Espero sea lo único que te haya contado.
-Mmm, no.
-Ah…
Los dos nos quedamos en silencio por casi treinta segundos.
-Gustavo, ¿Me vas a invitar a almorzar?
-Si, perdón, me colgué.
-Invitame entonces.
-¿Queres que salgamos a almorzar’
-No. Quiero invitarte yo a almorzar. ¿Venís?
-Claro que sí. Llevo el postre y el vino.
-Blanco para mí. Te espero.
-No tardo.
-Un beso entonces. Y cortó sin dejar que responda.
Abrió la puerta de la casa y estaba vestida con un vestido mini, bien ceñido al cuerpo, que resaltaba los hermosos hechos que tenía y un culo espectacular. Nadie daría su edad, lo máximo 35 años.
-Hola, pasa. Dijo y no me dio un beso ni me extendió la mano.
-Hola, permiso.
-Dale, vamos a la cocina así guardamos eso. Seguime. Dijo y la seguí.
Ella guardó una de las dos botellas, la caja del helado y giro hacia mí.
-Ahora sí. Hola Gustavo. Me dijo, rodeo mi cuello con sus brazos y me dio un tremendo beso.
-Espere hasta ahora para que tus manos estuvieran libres y me puedas abrazar. Vamos de nuevo.
Hola Gustavo. Dijo y me dio otro tremendo beso, yo reaccione y la abrace.
-Así está mejor.
Abrió la botella de vino blanco, sirvió dos copas, me dio una y tomándome de la mano, me guio al living. Me pidió que me siente y ella lo hizo frente a mí.
-Anoche pase una noche maravillosa, como te lo dije. Hiciste que circule adrenalina por mis venas. Me costó ...