Hombre lobo
Fecha: 05/09/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... el suelo con las piernas cruzadas, su coño que expuesto a la vista de las amigas, por lo que duda si masturbarse viéndolas follar, o se espera un rato a contemplarlas como cuando era más joven y espiaba a sus amigas.
De repente, uno de los perros, el más grande se acercó, tímidamente, parecía asustado, y se tumbó al lado de la chica. La imagen del perro despertó la ternura de ella y lo cogió en brazos...es tacto del pelo del perro era suave, muy suave y limpio, parecía que se habia escapado hace poco, no olía mal, parece un peluche...
La visión de sus amigas hizo que sucumbiera a la tentación de masturbarse, y el tacto cálido del peluche viviente aceleró la decisión...su mano recorrió su cuerpo, las caricias que se prodigaba se centraron en sus zonas erógenas, los pezones desafiaron la presión de las manos coronando un pecho pequeño pero dulce y firme...a mano se deslizó mientras contemplaba como sus amigas se lamían el coño mutuamente, con sus caras sumergidas entre los muslos largos y firmes, oleadas de placer salían de sus bocas con cada bocanada de aire para volver a sumergirse en el mar del placer...
La mano de la tercera amiga inició una danza circular en torno a su húmeda y palpitante vagina, buscando el placer debajo del capuchón del clítoris...mientras abrazaba y acariciaba al perro, sintiendo su calor y suavidad, con los ojos cerrados para que nada distrajera su intimo placer, intentando sofocar los primeros gemidos hasta que no fue posible contenerlos, ...
... atrayendo la atención de sus amigas...dejaron de devorarse para ver a su amiga como se masturbaba en el suelo, con las piernas cruzadas y su mano frotando los labios y clítoris humedos. Se quedaron absortas, complacidas de que su sexo haya provocado esa manifestación de placer propio.
Despues de un momento, y estimuladas por su compañera de juegos, volvieron a sus besos pero con una excitación extra, la de ser contempladas para que otra persona goce.
La tercera amiga seguía con los ojos cerrados, centrada en su placer, cuando algo se movió de su brazo, era el perro, que se acurrucó sobre sus piernas cruzadas, testigo cercano de su masturbación. El placer de ella fue creciendo hasta que notó que algo se sumaba a su mano, y una oleada de placer como nunca había conocido recorrió su espalda como una gran descarga eléctrica que jamás experimentó. Esa sensación se fue repitiendo hasta que por fin abrió un poco los ojos y vió al peluche lamiendo su coño con una intensidad y energía como nunca conoció. Tuvo la tentación de retirarlo, pero no pudo resistir esas lamidas a su coño, ese placer infinito que la obligó a jadear y gemir como una bestia salvaje que por fin da rienda suelta a su placer.
Esos gemidos llamaron la atención de las otras dos chicas y vieron de repente como ese perro tan suave y bonito lamia el coño de su amiga provocando sus gemidos salvajes...
La escena quedó suspendida en el tiempo, el universo del placer se manifestó en esta habitación, un sexo vivo y ...