1. Hombre lobo


    Fecha: 05/09/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pulsante flotaba en el aire, el deseo prohibido se filtró por cada poro de la piel, la imagen de un orgasmo supremo incitó a las dos chicas a querer su parte, cuando algo extraño ocurrió, una metamorfosis en la figura del peluche canino, una figura humana fue creciendo en su lugar, una especie de hombre, desnudo, fibroso, sobrehumano, ocupó la tarea de chupar el coño de la tercera amiga, elevando con sus brazos las caderas de ella, continuando el ritmo frenético de la lengua recorriendo todos los pliegues de una vagina húmeda e insaciable. Una figura mística se manifestó, ejecutando de rodillas su tarea, apretando las nalgas de ella contra su cara, y un miembro viril erecto asomaba entre sus piernas fibrosas y delgadas, un miembro desafiante y tentador.
    
    Las dos amigas permanecieron absortas a esta manifestación de lujuria sobrenatural, una especie de figura fantástica ha surgido desde la forma de un perro inofensivo y tiene la pretensión de actuar de la misma manera con ellas, su polla erecta era una invitación a ello, y las chicas no pudieron resistir la tentación de acariciarlo, besarlo, y saciarlo...
    
    Pero no olvidemos que entraron dos perros, y el segundo ...
    ... permaneció tumbado, testigo callado de la orgía, y nadie reparó en su mirada, un brillo oscuro y arcano brilló en sus ojos...
    
    De repente, dicho perro, clavo los ojos en mi y empezó a ensanchar muy abruptamente. No dejaba de mirarme y yo con muchísimo miedo no era capaz de apartar la mirada. Estaba siendo hipnotizada por él.
    
    Se transformo en una enorme criatura con un pene descomunal, completamente erecto, y chorreando una especie de flujo con olor agradable.
    
    Yo me puse en posición "perrito" ofreciénme a él.
    
    No lo dudo ni un momento. Me agarró por la cintura y me la intento meter por el ano. No le interesaba mi coño, solo el ano...pero era tar gorda que no entraba por mucho que empujaba. Solo logro meter el glande y tras muchísimas embestidas empezó a correrse.
    
    Me dio la vuelta, me puso boca arriba y me abrió la boca con sus dedos y empezó a llenarme de semen. Fue como un bukkake con 30 personas. Me encantó.
    
    Después de soltar todo el semen se agachó y muy suavemente me mordió un pezon hasta casi arrancarmelo. Sentí mucho placer.
    
    El reflejo de la luna, sobre mi, me produjo una sensación increíble. No me sentía humana...me había convertido en su perra... 
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